A tres días de que el presidente municipal de San Matías Tlalancaleca, Óscar Anguiano se comprometiera a solicitar presencia militar en la comunidad de San Francisco Tláloc, los elementos del Ejército aún no se presentan, por lo que los pobladores temen un nuevo enfrentamiento

El alcalde Óscar Anguiano, el subalterno de la comunidad, Gerardo Espinoza y el delegado del gobierno estatal, Roberto Solano acordaron esta medida en la reunión que tuvieron tras la segunda reyerta entre chupaductos en San Francisco Tláloc, en la que retuvieron a dos personas.

Gerardo Espinoza comentó que el martes se generó gran expectativa entre los habitantes de esta comunidad, luego de que un convoy del Ejército Mexicano hiciera algunos recorridos por brechas y caminos de la zona, sin embargo, poco después se retiraron y no regresaron.

El delegado de la Secretaría General de Gobierno, Roberto Solano mencionó que con la firma de un convenio con el subsecretario de la SGG, estaría incluida la creación del módulo de Seguridad de Grupos Mixtos, ya que “se concentrarán elementos de la Policía Estatal, Ejército Mexicano, así como Policía Municipal, además de solicitar una orden de cateo para las viviendas de los detenidos”.

El subalterno de San Francisco Tláloc reconoce que aunque las policías Estatal y Municipal de San Matías Tlalancaleca no han suspendido la vigilancia en la zona, los pobladores continúan esperando la instalación de una base militar, dado que temen represalias de los familiares de Emmanuel D. de 22 años y Mario Alberto H. de 23 años, ambos detenidos la noche del domingo.

Estos sujetos fueron aprehendidos por estar ligados al grupo de personas armadas que abrieron fuego contra integrantes de la “policía ciudadana”, quienes se encontraban frente a la presidencia auxiliar para realizar recorridos por la zona donde se presume se encuentran tomas clandestinas.

Los habitantes de esta comunidad piden que las autoridades cumplan con su palabra, ya que no sólo temen por su seguridad, sino que también quieren limpiar su imagen debido a que muchos han perdido sus empleos al ser relacionados con el robo de hidrocarburo.