Pese que en Coronango se ha reportado la ‘ordeña’ de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), aparentemente con la protección de la Policía Municipal, el combustible es revendido a 12 pesos o 12.50 el litro, a diferencia de la Central de Abasto de Huixcolotla, donde el mismo tanto se comercializa a 9 pesos.
En la junta auxiliar San Francisco Ocotlán radican tres familias se dedican a revender el combustible en todo el municipio, principalmente a transportistas, productores y comercializadores de ladrillo. Aunque en el pueblo se sabe de quiénes se tratan, por precaución la gente se niega a revelar sus nombres.
A diferencia de la central de abastos de Huixcolotla, en donde los huachicoleros comercializan a plena luz del día y de manera “descarada” el combustible, en Coronango se guarda mayor discreción, pues por seguridad los revendedores no brindan información ni venden a desconocidos.
“Aquí en el pueblo ya cayeron más de cinco por estar metidos en el huachicol, por eso los que andan vendiendo no son pendejos, le venden a la gente del mismo pueblo, y esa misma gente los contacta con otros”, relató el dueño de un viejo camión de carga, con el cual traslada el tabique que compra a sus paisanos y lo revende en el Estado de México.
A decir del sondeado, los que ordeñan los ductos son gente de Tlaxcala y de otros lados, quienes luego comercializan el combustible a tres familias de San Francisco Ocotlán, se encargan de revenderlo en el municipio, entre 12 y 12.50 pesos el litro.
Explicó que los revendedores del combustible, cambian constantemente de número de celular por seguridad y que optan por hacer los tratos de manera personal.
“Yo llevo tiempo comprando, como más de un año, sólo le hablo y le digo el tanto que quiero, me confirma si tiene producto y me lo entregan, de preferencia en la noche. El que me lo vende me lo deja en 12 pesos porque soy cliente, pero he recomendado a otros y no le bajan de los 12.50 pesos el litro”, afirmó la fuente.
Comentó que en las pocas pláticas que ha tenido con su distribuidor, se ha enterado que los revendedores no han logrado pactar con la Policía Municipal, por eso se cuidan más.
“Yo le he dicho, que no se haga wey, que le están dando su lana a los polis, y él me ha contestado que los que tienen el trato con los policías son los que ordeñan, por eso las pipas entran y salen hasta tres veces por semana, y son escoltadas por las patrullas de Coronango”, mencionó.
Policías protegen a huachicoleros
Por otro lado, campesinos y propietarios de predios aledaños a la Autopista México-Puebla, en San Francisco Ocotlán, han denunciado en más de una ocasión que elementos de la Policía Municipal brindan protección a las bandas dedicadas a la “ordeña” de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Entrevistados por CAMBIO Regionales, propietarios de algunos predios revelaron que desde hace dos años se han percatado de la movilización que realizan todas las noches los llamados huachicoleros con el acompañamiento de patrullas de Coronango, sin que las autoridades hagan caso.
Aunque mencionan que no han sido amenazados por los huachicoleros, admiten que temen a esta mafia, o a que una toma mal hecha provoque una explosión como la suscitada hace unos días en el paraje denominado como “Tlalarcina”, en la zona que colinda con la Autopista a Tlaxcala, la madrugada del 18 de julio.
Los sondeados explicaron que la ruta que hacen los huachicoleros abarca el Camino Nacional, la Avenida Morelos hacia la zona denominada como el puente “300”, hasta encontrar el Chamizal y el camino a San Isidro, donde se pierden en los terrenos.
“Siempre se les ve pasar por ahí, en camionetas viejas con sus contenedores, o en pipas, unas de color blanco con el logotipo amarillo con rojo”, explicó uno de ellos.