Los restos de un sujeto que presentaba dos disparos por arma de fuego en la cabeza y que fueron hallados el pasado jueves en las inmediaciones de Los Ángeles Tetela, en la zona de Valsequillo, correspondían a un comerciante de 80 años de edad por quien su familia pagó 50 mil pesos de rescate, tras haber sido plagiado por dos de sus empleados y un hombre originario de Nayarit, quienes de forma inicial pretendían obtener millón y medio de pesos a cambio de su liberación.

El esclarecimiento de los hechos corrió a cargo de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), la cual detalló que el 25 de abril, tres días antes de que el cuerpo del comerciante fuera hallado en el citado lugar, tres personas que ya están detenidas interceptaron al comerciante cuando éste llegaba a su domicilio en la colonia La Calera, a bordo de su automóvil Chevy Monza.

Posteriormente, la víctima fue llevada a una casa de seguridad en la colonia Santa Catarina y de inmediato los secuestradores se pusieron en contacto con los familiares del octogenario, a quienes les exigieron el pago de un millón y medio de pesos a cambio de liberarlo sin hacerle daño.

Tras no lograr conseguir dicha cantidad, los plagiarios y la familia acordaron el pago de 50 mil pesos, sin embargo, el comerciante no fue liberado, por lo que la Fisdai realizó las indagatorias correspondientes para ubicar a los responsables, en virtud de que los análisis periciales demostraron que el cuerpo hallado el pasado jueves 28 de abril pertenecía a la víctima y tenía por lo menos 24 horas de haber sido asesinada.

Los resultados de la necropsia, confirmaron los primeros reportes sobre el hallazgo del cuerpo al mediodía del pasado jueves en el kilómetro 2.2 de la carretera a Los Ángeles Tetela, en donde se señalaba que el cadáver presentaba dos impactos por arma de fuego en la cabeza.

Sus empleados orquestaron el secuestro

A través de un operativo organizado por la Fisdai, en horas recientes se logró ubicar y detener a los responsables los citados ilícitos, los cuales fueron identificados como Eduarda Rodríguez Gómez de 49 años, quien se desempeñaba como empleada de uno de los negocios de la víctima y quien operó junto con su esposo Damaso Ortiz Sosme, de 41 años y que también laboró para la familia.

El tercer implicado fue identificado por las autoridades como José Leonardo Álvarez García de 38 años y originario de Nayarit. Aunque los tres tenían un modus operandi organizado y empleaban dos unidades para cometer los ilícitos, una Chevy color dorado, con placas 452-WDF del Distrito Federal y una camioneta Ford Expedition, color blanca, con placas MWW-3029 del Estado de México, se determinó que era la primera vez que delinquían en territorio poblano.