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Lunes, 29 Agosto 2016 02:40

Justicia para Renata, pide su mamá: no hay detenidos por la muerte de la bebé

La intención de que la bebé Renatita conviviera con otros niños y aprendiera llevó a que su mamá Susana Cuautle la inscribiera en “Pequeños Triunfadores”, estancia ubicada a 100 metros de su vivienda. Dieciséis días después acaeció la tragedia que todavía no se explica y por la cual la Fiscalía General del Estado todavía no consigna a nadie. 

  • Alberto Melchor / @AlbertoMelchorM



Las ganas de que bebé Renatita conviviera con otros niños y aprendiera, llevó a que su mamá Susana Cuautle la inscribiera en la estancia “Pequeños Triunfadores”, ubicada a 100 metros de su vivienda en la colonia Alseseca. Comenzó a acudir el 8 de agosto y dieciséis días después llegó la tragedia que todavía no se explica y de la cual la Fiscalía General del Estado todavía no consigna a nadie.



“Confié la vida de mi Renatita en la guardería –Pequeños Triunfadores– porque la dueña es mi vecina y me traicionó”, se lamenta entre lágrimas Susana Cuautle luego que el pasado miércoles su bebé de 18 meses de nacida murió por un presunto descuido en esa estancia afiliada a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cuya dependencia hasta el momento no se ha acercado para explicar lo ocurrido u ofrecer ayuda alguna.



Aunque no son ricos y ella es protesista dental, desistieron de pedir la beca Sedesol en la estancia y prefirieron pagar mil 200 pesos que es la cuota normal.



Del circuito cerrado que ofertaban en su publicidad, en realidad se reduce a dos cámaras de videovigilancia, una en un área de juego y otra en el comedor. Pero en la sala de descanso, donde ocurrió el accidente en el que Renatita murió desnucada, no había nada.



Unos días después de lo ocurrido, Susana reveló en entrevista que su vecina y encargada de la estancia, Ana Laura Méndez Popoca continúa su vida normal administrando junto con su familia una miscelánea en la colonia Alseseca, a unos metros de la guardería que hasta el momento permanece clausurada para realizar las investigaciones.



De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, la otra presunta implicada en la muerte de la bebé además de Méndez Popoca es la asesora asignada a su cuidado de nombre Gema, quien acudió a declarar el pasado viernes por los hechos pero fue liberada bajo reservas de ley, ya que aún no queda establecido cómo fue que Renata se lesionó la cervical y murió.



Mi bebé nació sana, narra mamá de Renata



Con los ojos hinchados y un semblante triste, Susana Cuautle Osorio decidió relatar a algunos medios de comunicación lo ocurrido el pasado miércoles y el estado de salud de Renatita, como era llamada por todos en su familia, a fin de despejar las dudas en torno al caso donde se especuló de forma inicial una muerte natural o por broncoaspiración.



“Soy madre soltera por convicción, elegí embarazarme a los 40 años de edad y no por mi edad fue un embarazo de alto riesgo (…) Renata nació sana, era una niña muy inteligente para su edad y por eso decidí llevarla a una guardería, quería que aprendiera –cosas nuevas–”, explica Susana sobre su hija, quien nació el 14 de febrero del 2015.



Al no ser becaria de Sedesol, Susana pagó los mil 800 pesos de cuota mensual por brindarle el servicio de guardería a Renatita el pasado 8 de agosto, fecha en la que la menor comenzó a asistir a la estancia “Pequeños Triunfadores” en la 39 Oriente de la colonia Alseseca en un horario de 9:00 a 14:00 horas.



“Desgraciadamente el día que pasó eso –el accidente–, tuve que salir por eso fui la última en llegar (…) la encargada me dice que me habló pero jamás la recibí –la llamada–, me habla una de mis sobrinas con su voz de ‘tía apúrate, es que Renatita está mal, apúrate’ y entonces yo me empiezo a preocupar”, narra.



Susana se encontraba comprando materiales para su trabajo como protesista dental, por lo que la primera en llegar fue una de las tías de Renatita, a quien jamás las encargadas de la estancia le mencionaron lo que le había pasado a la niña más que ya no respiraba, mientras veía como al menos diez paramédicos intentaban reanimarla con torniquetes e inyecciones.



“Llego, la policía, la ambulancia, mucha gente está afuera y digo ¿qué hago dios, qué hago?’. Entro y está toda mi familia llorando. En ese momento me dice mi papá se fuerte, no me dejaban entrar y lo único que veo es que el cuarto está lleno de paramédicos (…) Renata está en el piso, con su calzoncito, los labios morados y picoteada, que era lo que no quería”, explica en medio del llanto.



La bebé estuvo enferma semanas antes, la necropsia confirma que los pulmones de Renatita estaban sanos. De acuerdo con los paramédicos, Renata ya no presentaba signos vitales, sin embargo, la menor recibió atención para intentar revivirla.



De acuerdo con los protocolos de las estancias de la Sedesol, la reanimación cardiopulmonar a la que la encargada de la estancia está obligada a dar mientras llegan las ambulancias a un menor, habría sido la causante de las fracturas al esternón de Renata, ya que la mala práctica de este método implicó demasiada presión para su pequeño cuerpo.



Confío en la vecina, dueña de la estancia infantil



La cercanía de la estancia con la casa de los abuelos de Renata y la confianza que había por conocer en el día a día a Ana Laura Méndez Popoca fueron factores para inscribirla en ese lugar. Aunque en un inicio Susana aseguró que su intención no era afectar a quien fuera su vecina, el resultado de la necropsia de su hija la hizo cambiar de opinión, ya que consideró que todo lo que ella le dijo sobre cómo había muerto, se trató de una mentira.



“Viene y me abraza la directora, somos vecinos, no somos amigos, nos conocemos del día a día y nos conoce a nosotros. Ella viene y me dice ‘lo siento mucho, se ahogó, es más, ahí escupió la flema’, ella decía eso y yo todavía le dije ´no sé qué decirte, es mi única hija’, yo no me puse loca ni le dije te voy a demandar ni nada, yo solo quería traerme a mi hija”.



Asimismo, confirmó que el plus del circuito cerrado en la estancia, que sí bien no era obligatorio Méndez Popoca lo ofertaba, sólo costaba en dos cámaras de vigilancia, una en un pasillo donde juegan los menores del kinder y una más en el comedor, pero ninguna en los dormitorios donde Renatita perdió la vida.



Gema, la maestra a cargo del cuidado de Renata y la administradora de la estancia, Ana Laura Méndez Popoca declararon entre los días jueves y viernes, sin embargo, la FGE decidió dejarlas en libertad, ya que hasta el momento todos los peritajes realizados no han permitido revelar cómo es que Renata se desnucó, debido a que la niña no presentaba ningún problema de salud cuando se le hizo chequeo la mañana del miércoles.



Méndez Popoca y su familia siguen su vida normal



Desde una opulenta propiedad en la colonia Alseseca, a escasos 100 metros de la estancia a su cargo, Ana María Méndez Popoca continúa su vida encerrada a piedra y lodo con el abrigo de sus familiares, quienes se dedican a la administración de una miscelánea y cinco locales comerciales más.



En un recorrido hecho por CAMBIO, los vecinos confirmaron que Méndez Popoca no ha sido vista tras “el accidente en su guardería”, por lo que no tienen noticias de la licenciada en educación preescolar, cuyo título lo obtuvo en una escuela patito, tras un curso exprés de 10 semanas.