Al menos cinco denuncias por agresiones han sido suficientes para frenar la guerra que viven dos familias de la colonia Popular al sur de la ciudad, las cuales en el más reciente episodio de violencia, protagonizaron un intercambio de piedras, golpes y hasta explosiones de bomba molotov que mantienen en zozobra a quienes cohabitan la calle Nuevo León.
Aunque inicialmente testigos de los hechos aseguraron que la gresca era entre las familias López y Quiroz, un vecino de los rijosos detalló que esta última no tiene nada que ver ya que sólo los vecinos inmediatos de los domicilios involucrados y que al igual que el resto, ha sido víctimas y testigos de las riñas callejeras e incluso de agresiones.
Dicha fuente que pidió la gracia del anonimato, detalló en entrevista para CAMBIO que foco el rojo en esa calle de la Popular lo provoca la familia García Soriano, quienes habitan en la casa marcada con el número 10310 y cuyos miembros están señalados de reiteradas agresiones en contra de los García Araiza, vecinos del domicilio 10303.
Desde julio va in crescendo la violencia
Aunque fue hasta este miércoles cuando los miembros de ambas familias armaron dos zafarranchos, uno al mediodía y otro más al filo de las 22 horas, en donde ambas partes se acusaron de haber sido quien provocó la violencia, existen al menos cinco denuncias formales previas ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por agresiones y daños.
Las averiguaciones previas 1701/2015; 1860/2015; 3435/2015; 899/2016/UAT y 1810/2016 interpuestas entre junio del año pasado y agosto del presente por Susana Rebollo y su esposo David García Araiza, acusan formalmente al menos a cinco integrantes de la familia García Soriano de agresiones.
En estos documentos oficiales, los García Soriano dicen haber sido insultados, golpeados y hasta amenazados por parte de sus vecinos del 10303, teniendo episodios de violencia en junio pasado y este miércoles cuando una lluvia de piedras y cristales entre ambas viviendas provocó la movilización de seguridad pública y de personal de la Base de Operaciones Mixtas (BOM) del Ejército Mexicano, dejando un saldo de un lesionado.
Aunque en esta última afrenta los agraviados fueron los García Soriano, no formalizaron su denuncia según los vecinos, porque tienen un historial delictivo en la zona que busca mantenerse alejado de los ministerios públicos, sin embargo, mantienen en vilo a los vecinos hasta que nuevamente detone la violencia.