El Policía Federal asesinado a disparos por presuntos huachicoleros el martes en Tepanco de López, fue velado ayer en una funeraria de la ciudad de Puebla.
El occiso recién había cumplido 46 años de edad en el pasado mes de diciembre y dejó huérfanos a dos niños.
Los restos de José Saúl Alcobas Torres, llegaron ayer por la tarde tras practicarle la necropsia de rigor en el anfiteatro de Tehuacán.
Tras este proceso de rigor, el cuerpo fue trasladado en una carroza que estuvo escoltada por otros compañeros de la misma corporación al velatorio Valle de Los Ángeles, que se localiza en la Colonia Ladrillera de Benítez.
Amigos, familiares y su esposa acompañada de sus dos hijos, recibieron el cuerpo de José Saúl.
El sepelio se realizó en la Capilla 11 y se prevé que sean cremados este jueves al filo de las 16:00 horas.
Cabe señalar que aunque no se confirmó un homenaje al elemento que falleció en el cumplimiento de su deber, de manera extraoficial se dijo que no será homenajeado dado que así lo habría decidido su familia.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), uno de los agresores que le disparó al oficial fue detenido y puesto a disposición de las autoridades, aunque no se dio a conocer su identidad.
El día de la agresión uno de los presuntos huachicoleros también resultó herido de bala toda vez que el elemento repelió la agresión. Se supo que el delincuente fue trasladado por sus propios medios a un hospital de Tlacotepec donde fue detenido por las autoridades.