A media hora del desarrollo urbano, 150 alumnos de la secundaria Primero de Mayo, en la junta auxiliar Santa María Xonacatepec, desconocen los alcances de la Reforma Educativa, ya que desde hace tres años, su condición de recibir clases en salones improvisados, construidos con cartones y láminas, no ha cambiado.

En un recorrido que realizó CAMBIO constató que los adolescentes pasan más de cinco horas en este lugar y aunque sus padres han exigido mejores condiciones a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y al Ayuntamiento de Puebla para construir un plantel educativo, no han sido escuchados.

Ante la necesidad de que sus hijos estudien, los padres de familia se organizaron hace más de tres años para “medio” edificar tres salones de tabique que quedaron en obra negra y con donaciones de otros vecinos, los techaron con laminillas, pedazos de madera y con lo que encontraron a su paso. Están de “arrimados” junto con la primaria José María Velasco, es decir, ocupan un pedazo del predio en donde se sitúa esta institución educativa.

El esfuerzo va más allá. Cada semana desembolsan diez o 20 pesos cada uno para poder pagar el salario de los siete profesores que enseñan a los estudiantes, ya que no perciben salario por parte de la SEP.

Ganas de estudiar hace que no falten a clases

Pensar en un salón con ventilación, al menos a través de una ventana es imposible. Sólo son tres cajones de cemento que se sitúan en el centro de la colonia Primero de Mayo en esta localidad, perteneciente a Puebla capital. El baño sólo tiene dos paredes que apenas se logran tapar con una sábana.

Carlos Francisco Pérez López, encargado de la secundaria, relató que durante las lluvias los salones se inundan y son los propios alumnos y profesores quienes se organizan para limpiarlos.

Al no tener ventanas, los estudiantes sufren el recrudecimiento del clima capitalino ya que en invierno deben ir “forrados” para aminorar el frío y durante el verano, los pequeños salones de 12 metros cuadrados con por lo menos 40 menores, se vuelven hornos en que no se puede conectar un ventilador, ya que los salones no tienen instalación eléctrica.

Pérez López reconoció que cuando salen de primaria sus estudiantes, tienen la opción de asistir a otras secundarias, pero la falta de recursos los obliga a quedarse en su colonia por no poder pagar los traslados a otros puntos de la capital.

Una escuela de 10 pesos

Los padres de familia que se acercaron para platicar con CAMBIO denunciaron las condiciones en las que sus hijos estudian, y con tal que no sean campesinos cuando sean adultos, los tutores hacen el esfuerzo de pagar sus estudios con 10 o 20 pesos por semana.

A decir de una madre de familia, las cooperaciones van entre los 10 y 20 pesos, lo que permite que los profesores perciban entre 200 y 250 pesos a la semana.

El argumento por el que la SEP no paga a los docentes es que la escuela de nueva creación no cuenta con clave oficial, misma razón por la que la institución no ha sido tomado en cuenta en programas como Escuelas al 100.

Los docentes llevan sus propios materiales didácticos y trabajan con las pocas herramientas con las que cuentan. Ellos mismos deben llevar los plumones para sus pizarrones y buscan que con cartulinas y rotafolios los alumnos comprendan de la mejor manera.

Jesucris Morales, maestra de biología y salud lamentó que en la zona metropolitana de Puebla aún existan estas condiciones. “Hay alumnos con potencial que merecen mejores condiciones para explotar sus habilidades, porque aún por tener condiciones precarias, las ganas de estudiar no se les quitan a los niños”, dijo a punto del llanto.

En la búsqueda de un predio

Los padres de familia se han organizado para buscar un predio, pero para poder comprarlo requieren de recursos, mismos que han gestionado con el Ayuntamiento sin éxito. También han acudido en múltiples ocasiones ante el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (Capcee), pero tampoco han encontrado respuesta.

Lo inverosímil es que a los 150 estudiantes les han exigido utilizar el uniforme único como en cualquier otra escuela, además que sí han recibido sus boletas certificadas por la SEP.

Reforma Educativa no es para todos

A pesar que por mandato constitucional el gobierno federal ha impuesto una política de mejora a las escuelas que, de acuerdo con las cifras de la publicidad de la administración de Enrique Peña Nieto, beneficiará a 33 mil escuelas, ésta no alcanza para llegar a todos los rincones de la República.

Es el caso de la esta escuela, que aunque está a tan sólo 20 kilómetros del centro de Puebla, no está dentro de la lista que mejorará sus condiciones, ya que el terreno donde se encuentra, que pertenece a la escuela Primaria José María Velasco, inaugurada durante la gestión de Eduardo Rivera, está en circunstancias de trabajo óptimo, por lo que no entraría en ninguna política de mejora.

Por otro lado, el programa de Escuelas al 100 tampoco la tiene en la lista, ya que no tiene siquiera un número de clave, por lo que para SEP resultaría inexistente, a pesar de tener certificación de sus alumnos, que además de recibir un certificado de secundaria, utilizan por norma el Uniforme Único del Gobierno del Estado.

En semanas pasadas se anunció la redirección de 200 millones de pesos del programa de Escuelas al 100 que serviría para ayudar a la reconstrucción de las 28 que sufrieron daños durante el paso de la tormenta tropical Earl en la Sierra Norte del Estado.

La SEP ofrecería reubicación para alumnos

CAMBIO buscó la versión de la SEP y el área de Comunicación Social únicamente informó que revisarán el caso y que en todo caso, se ofrecerá una reubicación de los estudiantes a fin de que reciban clases en mejores planteles.