Luca Salinas, de 13 años de edad, estaba en su casa, con sus padres y hermanos, su madre que iba llegando de una clase de cerámica, al entrar a la vivienda, un comando armado, compuesto entre 5 y 6 sujetos, también se encontraban en el interior; esto sucedió en Moreno, un barrio de Buenos Aires, Argentina.

Los criminales, empezaron a amenazar a los padres de Luca y a exigirles dinero, pero los dueños de la casa se negaron, entonces uno de los supuestos delincuentes golpeó fuertemente a la mamá y a uno de sus hermanos menores de 11 años.

Al ver que su madre y hermano estaban siendo agredidos, Luca fue a la habitación de su padre, agarró su arma, bajó y disparó a uno de los asaltantes, que murió. Ante el hecho, los cómplices huyeron.

"Nicolás, que tiene 11, corrió al dormitorio para cerrarle la puerta a Lucas y protegerlo. Ahí otro de los ladrones lo agarró y también le apuntó a la cabeza. Lucas vio eso, corrió a mi dormitorio, agarró el arma, salió y le disparó”, relató el padre.

Cuando Luca disparó dos veces, uno de los tiros entró por el hueco del chaleco antibalas que tenía puesto Pablo González, uno de los ladrones, impactó en su axila izquierda y lo mató en el acto. Los otros cuatro ladrones se asustaron, uno de ellos también disparó pero le pegó a una reja. La bala rebotó y le rozó la cabeza al hermano de Luca de 11 años. Luego de esto, los ladrones optaron por marcharse.

Luca nunca había tomado un arma, pero según lo explicó su padre, se la pasa horas jugando videojuegos en su consola PlayStation, cuyos juegos tiene aleccionado al menor a matar ladrones.

"Se asustó cuando vio a su hermanito en peligro y reaccionó así, no se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Tiró como si fuera un jueguito de una consola de vídeo".

Fuente: Mundo Violento