El panorama para la planta de Volkswagen en Puebla luce completamente negro, pues en el primer mes del año registró un descenso de 42 por ciento en sus niveles de producción en relación con el mismo periodo del año pasado, tendencia que es similar a la del cierre del 2015, producto de la crisis que enfrenta la marca por el Dieselgate. 

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reportó que durante enero, en las instalaciones de Cuautlaningo se ensamblaron 19 mil 944 unidades, muy por debajo de las 34 mil 464 del mismo mes de 2015. 

Esta caída ya había sido alertada por los propios trabajadores, quienes detallaron a CAMBIO que en los primeros días del año pasado fabricaban 300 unidades diarias del Golf, lo cual se encontraba 40 por ciento debajo de los niveles normales de la planta automotriz.

En cifras de producción dentro del territorio nacional, la firma Volkswagen normalmente se colocaba entre el tercero y cuarto lugar, pero con esta caída de más del 40 por ciento, se desplomó hasta el sexto lugar. 

Nissan se colocó en primer lugar con 71 mil 469autos ensamblados en enero; General Motors en segundo con 44 mil 545;en la lista continúanFCA México con 44 mil 244; Ford con 41 mil 285 y Honda con 21 mil 567 automóviles. 

La caída de Volkswagen

La disminución de la producción se debe a que de los 31 días de enero, Volkswagen únicamente operó 14 días al cien por ciento, debido a que ante la incertidumbre provocada por la estafa ambiental, determinaron que todos los trabajadores regresarán a laborar el 18 de enero. 

De acuerdo con información proporcionada por trabajadores a CAMBIO, el 4 de enero regresó el 10 por ciento de los nueve mil trabajadores a dar mantenimiento a las líneas de producción. El 11 de enero fue reintegrado otro 50 por ciento de trabajadores encargados del ensamble del Golf; y para el 18 de enero se programó la operación de todas las líneas de producción, con el porcentaje restante de obreros dedicados a la producción del Jetta y Beetle. 

La planta Volkswagen cerró el 2015 con cifras negativas en sus niveles de producción al fabricar 17 mil unidades menos en relación con el año anterior, lo que representó una caída del 3.7 por ciento, comportamiento que está correlacionado con el Dieselgate.

Las cifras exponen que a partir de septiembre, mes en que se desató el escándalo por la estafa ambiental en Estados Unidos, inició la debacle de producción en la firma teutona instalada en Cuautlaningo, la cual se mantuvo hasta enero de este año.