El Sol generó el martes su mayor llamarada en casi una década, pocos días después de que severas tormentas solares impactaran la Tierra, provocando impresionantes auroras boreales en lugares inusuales.
This morning’s X3.5 #SolarFlare was an absolute demon! Although X3.5 is not high, most of the emission occurred behind the Sun. Solar Orbiter measured the flare unobstructed, measuring an X9 event (with X4-X19 confidence range). #spaceweather #astronomy pic.twitter.com/jlYjihUKAw
— Dr. Ryan French (@RyanJFrench) May 15, 2024
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció que “¡Todavía no ha terminado!”.
Esta es la mayor llamarada del actual ciclo solar de 11 años, que se acerca a su punto máximo, según la NOAA. Afortunadamente, la Tierra debería estar fuera de peligro, ya que la llamarada estalló en una parte del Sol que se aleja de nuestro planeta.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó el destello brillante de la llamarada de rayos X, que fue la más intensa desde 2005, clasificada como X8.7 en la escala de estas erupciones. Bryan Brasher, del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA en Boulder, Colorado, mencionó que la intensidad podría ser aún mayor cuando se recopilen datos de otras fuentes.
Este evento ocurre casi una semana después de que llamaradas y eyecciones masivas de plasma coronal amenazaran con interrumpir el suministro eléctrico y las comunicaciones en la Tierra y en órbita. La NASA informó que la tormenta geomagnética del fin de semana provocó que uno de sus satélites medioambientales girara inesperadamente debido a la reducción de altitud causada por el clima espacial, entrando en un modo seguro de hibernación.
En la Estación Espacial Internacional, se aconsejó a los siete astronautas permanecer en áreas con fuerte blindaje contra la radiación. Según la NASA, la tripulación no está en peligro.