En la última década, el municipio de Zapotitlán ha experimentado una alarmante disminución en las precipitaciones, con una reducción de hasta un 50 por ciento en el número de lluvias anuales.
Actualmente, la región solo recibe de tres a cuatro lluvias al año, cada una con una duración máxima de 20 minutos, así lo dio a conocer Maurino Reyes, guía comunitario de la localidad.
Este drástico descenso en las precipitaciones ha tenido consecuencias devastadoras para la flora local, pues la sequía prolongada ha provocado que las plantas se sequen por completo, mientras que un aumento en las plagas ha acabado con las especies que aún resistían la falta de agua.
Entre las plantas más afectadas se encuentran los mantecos, mesquites, tetechos y garambullos, todas adaptadas a climas desérticos, pero que han sucumbido ante la escasez hídrica.
Tradicionalmente, las lluvias en Zapotitlán se registraban en los meses de junio, julio y agosto, no obstante, en los últimos años, las pocas precipitaciones que se presentan ocurren en meses atípicos como marzo y mayo, complicando aún más la planificación agrícola y la supervivencia de las plantas.
La comunidad local está desconcertada y busca respuestas, inclusive algunos campesinos atribuyen esta anomalía al sobrevuelo de avionetas “antilluvia”.
Maurino Reyes aclaró que no hay pruebas concluyentes para determinar si se trata de una interferencia humana o de un desgaste natural del ecosistema.
Esta situación ha generado una profunda preocupación entre los habitantes de Zapotitlán, quienes ven cómo su entorno natural y sus medios de subsistencia, se deterioran con cada año que pasa.
La necesidad de acciones inmediatas y de una investigación a fondo sobre las causas de esta sequía, se hace cada vez más urgente para mitigar sus efectos y buscar soluciones sostenibles para el futuro de la región.