javier arellano Javier Arellano
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Eduardo Rivera no capitaliza el efecto Xóchitl

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Encuestas, mediciones y sondeos apuntan la indiscutible ventaja que sostiene Claudia Sheinbaum. Empero las mismas gráficas muestran que existe una tendencia a cerrar la brecha con Xóchitl Gálvez.

La convulsa realidad del país; la ola criminal que se agudiza desde Tijuana hasta San Cristóbal de las Casas; los señalamientos internaciones de un narco Estado y la exacerbada polarización social no son señales favorables.

Contrario a lo que se diga el país no está en un remanso de paz.

El lopezobradorismo es el eje central de esta contienda. Sobre ella se sostiene la candidatura de Sheinbaum y contra sus errores atizan los adversarios.

Andrés Manuel es el pivote de esta contienda; sus aciertos son el báculo de Morena, pero sus omisiones las grietas que aprovecha la oposición.

Estamos ante un gran referéndum nacional y todo indica que los números de arranque se van a cerrar. Conforme avancen las semanas la diferencia será más estrecha.

En este momento cualquier incidente como un percance en el Metro; un temblor que afecte a la Ciudad de México; una masacre de la magnitud de Villas de Salvárcar o Casino Royale o un desplome en la estructura del Tren Maya puede mover de manera dramática la tendencia electoral.

Incluso si Sanjuana Martínez decide ventilar su archivo puede cambiar los porcentajes que se muestran.

Si, por supuesto que Sheinbaum tiene una clara ventaja, pero la puja tiende a cerrarse y los números se moverán en las semanas por venir. Esto ayudará de manera especial a Santiago Taboada el candidato opositor en la Ciudad de México.

Pero hay estados como Puebla en los que evidentemente el panismo no está capitalizando la ola que genera Xóchitl.

Esto se debe a razones que hemos abordado. Eduardo Rivera Pérez no está jugando a ganar. Todo indica que estamos ante una derrota pactada.

El emisario del Yunque está jugando al estilo de Diego Fernández de Cevallos; solo es una oposición de pantomima; un montaje teatral para obtener los números que le permitan negociar con la fuerza hegemónica que representa Morena.

Por todo el estado de Puebla, desde Xicotepec de Juárez hasta Ajalpan el comité azul se conduce con yerros, va dando tumbos y alentando pifias. En este momento hay más panistas disgustados con su dirigencia que a favor.

Básicamente esto se debe a la falta de información que tiene Rivera Pérez. Se lanzó a la gubernatura sin tener un diagnóstico de las condiciones estatales, sin operadores regionales, sin idea de quién es quién en los municipios.

Pero sobre todo la mayor evidencia de que Lalo Rivera juega a una derrota pactada es que no utiliza la ola de Xóchitl; sea pequeño o mediano el impulso que le pueda dar.

En Guanajuato Libia García Muñoz Ledo y en CDMX Santiago Taboada secundan los argumentos y arengas de la abanderada presidencial.

En Puebla tal pareciera que Rivera trata de evitar que lo relacionen con Gálvez. No aprovecha las polémicas que genera la hidalguense.

Todos los indicios revelan que Lalo está jugando a perder. Más adelante vamos abundar sobre la pasividad de la burbuja yunquista que dirige el Ayuntamiento de Puebla.

Ninguno está trabajando para un triunfo electoral. Simplemente hacen el papel de estatuas, esperando el resultado que habrá de darse.

Ni por equivocación se atreven a criticar a la 4T y sus candidatos.

Tanta pasividad refleja que están preparados para un escenario adverso y negociar lo que se pueda después de la derrota.

Ya lo apuntamos: el panismo de Rivera Pérez está muy lejos del combativo Manuel de Jesús Clouthier “Maquio” pero está muy cerca del acomodaticio y domesticado proceder de Diego Fernández de Cevallos.

Solo es una oposición de utilería.

Al tiempo.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com

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javier arellano

Javier Arellano

Experimentado periodista de Tehuacán con una trayectoria de 30 años en prensa y radio; su columna Cúpula se publica desde el año 1998.