El hecho no ha sido debidamente dimensionado. Estamos ante un claro ejemplo de la alianza entre una burbuja política y grupos criminales.
La prensa nacional a través de portales como Proceso e Infobae ya publicaron la nota que entraña un oscuro acuerdo.
Pero en Puebla muchos aún no se percatan que esto representa la antesala de la violencia política; el siguiente paso serán ejecuciones por motivos electorales. En el Bajío así se conduce la industria criminal del huachicol que es un brazo, un apéndice de la delincuencia organizada.
La inminente postulación de Guadalupe Martínez como candidata del partido Pacto Social de Integración (PSI) a la presidencia municipal de Quecholac refleja el nivel del contubernio entre su padre Antonio Martínez Fuentes y la cúpula del partido.
La defensa que Carlos Navarro Corro hace de esa candidatura raya en el cinismo y la desfachatez. Lo único que le falta decir es: “Ya es la candidata y háganle como quieran”.
Se debe recalcar que no estamos ante un hecho aislado. De ninguna forma. Esa postura no es nueva.
Desde el sexenio morenovallista el PSI fue el enlace con los grupos criminales del ´Triángulo Rojo’. Fue la agrupación que entregó candidaturas a los miembros de la cofradía del huachicol.
Se infiere, se deduce que los intereses debajo de la mesa deben ser cuantiosos.
Pero los nexos con los barones del huachicol no son la única rama delincuencial.
El martes 22 de noviembre de 2022 el periodista Valentín Varillas publicó en su columna ‘La Tempestad’ una entrega intitulada: “Carlos Navarro: pasado delincuencial”.
Ahí narra que el actual dirigente del PSI estuvo involucrado en la falsificación de visas americanas que vendía de forma masiva en poblaciones que generan enormes cantidades de migrantes.
Varillas asegura que Corro fue detenido, pero que estuvo privado de la libertad por muy poco tiempo ya que personajes de la política y la abogacía lo salvaron.
Es decir, los actuales nexos y la complicidad con capos del huachicol no son un hecho aislado. A Navarro le gusta caminar en el filo de la criminalidad. Estamos ante una persona afecta, casi adicta a relaciones delictivas. Es el verdadero “padrino” de una rupestre mafia.
Como tema aparte se deben leer las amenazas que Antonio Martínez Fuentes “El Toñín” hace a medios de comunicación que señalan la candidatura de su hija Guadalupe.
Inevitablemente el amago habrá de intimidar e inhibir a varios medios. Algo que no debería suceder.
Lo hemos subrayado en el pasado y hoy lo recalcamos: el periodismo no es oficio para divos. Ejercer esta profesión es caminar todos los días por el callejón de los madrazos.
No importa que se trate de un poderoso político o un capo del huachicol, debemos estar preparados para lo que venga.
Sería deplorable observar una clase periodística que se dobla ante el amago de un delincuente y sería dantesco que las instituciones poblanas se presten al juego de una huachi-venganza.
Para la perspectiva de Cúpula conviene subrayar que todo este tramado de candidatos del crimen organizado; líderes políticos que sin pudor y sin rubor salen en su defensa; pasados criminales que lo mismo operan visas falsificadas que protección a capos, gozan de cabal vigencia gracias a los intereses de Eduardo Rivera Pérez.
El alcalde yunquista le está dando su segundo aire al PSI y sus jerarcas. El referido partido sufrió un severo revés luego de la caída del helicóptero Agusta.
Durante el barbosismo el PSI sostuvo una relación sado-masoquista con Casa Aguayo; un día se saludaban y otro lo fustigaban; el martes lo acicalaban y el jueves lo abofeteaban.
Pero ahora con la candidatura de Rivera Pérez los patrones del PSI gozan de su segunda época de oro. Puede volver a imponer a sus aliados y ante los micrófonos jactarse de ello.
Saben que tienen el respaldo de Eduardo y de la dirigencia de Acción Nacional.
En breve plazo Guadalupe Fuentes saldrá a las calles de Quecholac a pedir el voto para Rivera Pérez, su candidato a gobernador. Y ya sea en ese municipio o en otro cercano surgirá la fotografía de ambos abanderados levantando los brazos.
De ninguna forma se debe omitir que Rivera es cómplice de la impunidad y el cinismo que estamos presenciando.
Semejante desplante tarde o temprano tendrá consecuencias. Ningún protagonista político puede aliarse con grupos delictivos y conducirse con tanta irresponsabilidad.
Solo esperamos que las visas que utilizaron en su reciente gira a Estados Unidos sean genuinas. Ojalá no utilicen las falsificadas.
Como siempre quedo a sus órdenes.
cupula99@yahoo.com
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