La investigación por la desaparición de Irina Ramírez Rivera, de 48 años, sigue sin avances significativos, según informa la Fiscalía General del Estado (FGE).
Este lunes se cumplieron 22 días desde que Irina, trabajadora de la Secretaría de Salud del Estado, desapareciera en Atencingo, Chietla.
La Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, dirigida por Alejandro García Badiola, no ha reportado progreso alguno en el caso.
Irina fue vista por última vez la mañana del 6 de mayo, cuando salió de su casa para dirigirse a su trabajo en el Hospital de Izúcar de Matamoros, donde nunca llegó.
Ante la ausencia de noticias, sus compañeros de trabajo informaron a su familia, quienes inmediatamente presentaron una denuncia por desaparición ante la FGE al día siguiente.
A pesar de los esfuerzos de la familia y las reiteradas comunicaciones con las autoridades, los avances en la investigación han sido prácticamente nulos.
La familia de Irina ha mencionado que ella había recibido amenazas, detalle que han compartido con las autoridades, sin que esto haya acelerado las pesquisas.
La situación es particularmente angustiante para los familiares de Irina, quien es madre, abuela, hija y hermana.
Aunque no han realizado manifestaciones públicas por temor a represalias, viven cada día con la angustia de no saber nada sobre su paradero.
La falta de presión pública parece haber influido en el ritmo lento de las investigaciones por parte de la Fiscalía del Estado, y con cada día que pasa, se reducen las esperanzas de encontrar a Irina con vida.
La comunidad y la familia de Irina hacen un llamado a las autoridades para que intensifiquen sus esfuerzos en la búsqueda, destacando la urgencia y la importancia de actuar con mayor celeridad para garantizar la seguridad de la desaparecida.
