Dámaso López Serrano, conocido como “El Mini Lic” e hijo de Dámaso López Núñez, figuras clave del Cártel de Sinaloa, fue detenido nuevamente el pasado 12 de diciembre en Virginia, Estados Unidos.
Esta captura, ejecutada por el FBI, marca la segunda ocasión en que López Serrano enfrenta a la justicia estadounidense. En 2017, se entregó voluntariamente y colaboró como testigo en el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Liberado en 2022 bajo libertad condicional, presuntamente retomó actividades ilícitas, como señala el periodista Luis Chaparro.
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El operativo de captura, resultado de una investigación de ocho meses, contó con la participación de 20 agentes del FBI y se llevó a cabo sin resistencia. Las autoridades interceptaron llamadas, analizaron videos y utilizaron informantes infiltrados para confirmar su participación en el tráfico de fentanilo, un opioide que ha generado una crisis sanitaria en Estados Unidos.
En entrevistas previas, “El Mini Lic” reveló detalles sobre su crianza en el narcotráfico, incluyendo un “regalo” de Ismael “El Mayo” Zambada: kilos de cocaína destinados a enseñarle las bases del negocio. Según relató, su inexperiencia lo llevó a venderlos “al costo”, perdiendo posibles ganancias, una anécdota que refleja la dinámica familiar en el cártel.
“Le regalaron kilos de cocaína y los vendió. Ya que los vendió, le dijo a su papá, y su papá le respondió: ‘¿Y la ganancia, güey? Pues tienes que comprarlos a un precio y venderlos más caros. Por eso se te vendieron, porque los vendiste al precio, no le sacaste nada’”, recordó el periodista citando a López Serrano.
Actualmente, López Serrano permanece bajo custodia sin derecho a fianza, además de negar su posible extradición a México. Las autoridades estadounidenses continúan investigando a otros presuntos implicados, entre ellos su hermano y su tío.
