Benjamín Othoniel Martínez García, de 4 años, falleció presuntamente por maltrato infantil en manos de su padrastro Antonio N. y su madre Itzel N., en el municipio de Ajalpan.
Fue el 26 de abril de este año cuando Otho perdió la vida a causa de un paro respiratorio por consecuencia de una peritonitis, de acuerdo con el acta de defunción.
Sin embargo, se sabe que la abuela del menor, Araceli Martínez Valerdi, quien era su tutora desde que nació, interpuso una denuncia por presunto maltrato.
Ahora se teme por la vida de la hermana de Otho, Gretta Sofía Martínez García, de 5 años, quien podría estar viviendo la misma violencia infantil.
Todo empezó en 2022
Fue a finales de 2022 cuando Itzel N inició una relación con Antonio y se fue a vivir con él, pero se trataba de un ambiente tóxico, por lo que la abuela decidió pedir la guardia y custodia de Otho y Gretta, misma que fue aprobada.
Desde entonces, estuvo a cargo de ambos menores de lunes a viernes, por lo que la madre debía pagar una pensión alimenticia semanalmente, lo cual le permitiría verlos solo fines de semana, aunque dicho pago solo lo dio durante tres meses.
Sin embargo, en mayo de 2023, la pareja decidió no devolver a los menores con su abuela, por lo que inmediatamente se procedió ante autoridades municipales y se empezó a girar un boletín de búsqueda a través de redes sociales para dar con su paradero.
En respuesta, los allegados a la pareja de la madre salieron a desmentir la desaparición de los menores asegurando que la familia materna de Itzel solo querían difamarlo.
Para junio de ese año, la madre llevó a Othoniel ante las autoridades competentes, que lo notaron ojeroso, desganado, desnutrido y con signos de violencia como mordidas en los brazos.
“Tony” mordía a Otho en diferentes partes del cuerpo
Fue entonteces, que el menor empezó a relatar en modo de plática como su padrastro lo violentaba jalándole las orejas, golpeándolo, mordiéndolo en diferentes partes del cuerpo, y poniéndolo a hacer sentadillas, por lo que decía tener miedo de regresar a vivir con “Tony” como hacía llamar a la pareja de su mamá.
Fue entonces que su abuela, Araceli Ramírez, pidió a la Fiscalía General del Estado (FGE) en Puebla y al Sistema Estatal DIF, su intervención por maltrato infantil, sin embargo, el juez Heriberto Vázquez Sánchez dijo que eran los modos de educar al menor y que Otho tenía que ser castigado.
La abuela y el tío de los menores continuaron buscando apoyo ante las autoridades estatales, y el 4 de septiembre se presentó una denuncia en contra de Antonio N., por violencia familiar; no obstante, seguían en busca de apoyo, inclusive acudieron con el gobernador del Estado, Sergio Salomón Céspedes, quien les aseguró que salvarían a Otho y a Gretta de la violencia que estaban padeciendo.
Queja ante la CNDH
Pese al diálogo que tuvieron con autoridades estatales, no hubo ningún tipo de intervención, por lo cual, el 5 de marzo de este año, se presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Finalmente, el 26 de abril de este 2024 Othoniel falleció por un paro respiratorio a consecuencia de una peritonitis que no le permitió defecar por varios días
Fue dos días después, que la abuela se enteró del fallecimiento de su nieto a través de un mensaje anónimo, en el cual se aseguraba que Otho, había sufrido antes de morir, ya que estaba desnutrido, golpeado e inclusive no había podido defecar por semanas.
Por lo que nuevamente acudió a la FGE en Puebla para esclarecer los hechos, sin embargo, hasta el momento no hay ninguna respuesta de las autoridades, por lo que dice temer por la vida de su nieta Gretta de 5 años.
El cuerpo de Othoniel fue incinerado, hecho que la abuela considera que fue para que no se notaran los golpes que presentaba por presunta violencia familia ejercida por su mamá y su padrastro y con ello, no se pudiera iniciar una investigación en contra de ellos.