Con el asesinato de los cuatro policías estatales en Chignahuapan, ‘Causa en Común’ ya contabiliza cinco uniformados muertos en Puebla durante los primeros cuatro meses del año, colocando a la entidad en el sexto lugar a nivel nacional entre los estados con mayor número de oficiales ultimados en acción.
La organización Causa en Común anexó a la lista de policías abatidos a los oficiales Francisco, Crescencio, Javier y Daniel, ejecutados en el municipio de Chignahuapan el pasado 28 de abril, por lo que, ahora, ya es media decena de uniformados muertos en Puebla en 33 días, colocando a la entidad entre los 10 estados con mayor reporte de policías emboscados, sólo por debajo de Guanajuato, Estado de México, Chiapas, Guerrero, Jalisco y Baja California.
Causa en Común, colocó a Guanajuato en el estado con más crímenes, acumulando un total de 27 defunciones, en el Estado de México van 12, Chiapas reportó 9; mientras que, Guerrero y Jalisco cerraron con la misma cifra de 7, en tanto que, Baja California tuvo 6 reportes y finalmente, Puebla con 5.
En emboscada, matan a estatales en Chignahuapan
El 28 de abril, se reportó la muerte de cuatro uniformados: Francisco, Crescencio, Javier y Daniel, así como de dos oficiales más heridos, quienes fueron atacados a tiros por criminales que, al parecer, pretendían rescatar a un hombre que había sido detenido con equipo táctico en la comunidad de San José Terrerillos; algunos de los delincuentes también murieron en el ataque.
Recuento de las ejecuciones de los estatales
El caso de Adán Montes fue el primero, sucedió la noche del 26 de marzo en Periplaza, en donde un grupo fuertemente armado lo subió a un vehículo y desde adentro, le disparó en distintas ocasiones para después, arrojarlo al estacionamiento del centro comercial ubicado al sur de la ciudad.
Todos los policías muertos son del Estado
Adán, Francisco, Crescencio, Javier y Daniel formaban parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero sólo el primero fue asesinado cuando estaba en proceso de baja. Los otros cuatro elementos ‘cayeron’ en cumplimiento de su deber.
Pese a que los cinco uniformados fueron víctimas de la delincuencia, la dependencia estatal sólo condenó el homicidio de los oficiales de Chignahuapan; del otro uniformado se deslindaron de los hechos aclarando que su asesinato fue un ataque directo, derivado a su presunta participación en actividades ilícitas.
