El inmueble donde se desmanteló un narcolaboratorio en la zona de Morillotla, en San Andrés Cholula, permanece bajo la vigilancia constante de la Policía Estatal.
Descubierto el pasado 6 de mayo, se utilizaba para impregnar con drogas diversos productos destinados aparentemente a niños, incluyendo dulces y frituras.
La presencia continua de policías en los alrededores de la casa, ubicada en una privada del Antiguo Camino a Morillotla.
Vecinos de la zona, sorprendidos por la revelación, mencionaron desconocer que en esta residencia se fabricaban productos contaminados con drogas.
El narcolaboratorio estaba situado en una zona estratégica de la metrópoli poblana, a dos kilómetros de la calle de antros de San Andrés Cholula, a cuatro kilómetros de la zona de Angelópolis y a un kilómetro del bulevar Atlixco o carretera federal a Atlixco.
El operativo llevado a cabo por la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, se detuvo a tres personas, entre ellas a Sergio Omar Manzola, ‘El Burro’.
Los detenidos fueron trasladados a una prisión federal en la Ciudad de México. Durante el operativo, se aseguraron 450 kilos de marihuana, 500 gramos de cristal, dos armas largas y dos vehículos.
Los productos decomisados, impregnados con marihuana y drogas sintéticas, incluían:
- Gomitas La Giralda
- Pelón Pelo Rico
- Skittles en frascos y bolsas individuales
- Doritos
- Beeter Juice
- Jolly Rancher Hummers
El 29 de mayo, en una conferencia de prensa, el gobernador Sergio Salomón Céspedes calificó como grave el hallazgo del narcolaboratorio en San Andrés Cholula.
Anunció que ya hay denuncias e investigaciones en curso contra algunos presidentes municipales y mandos policiales, quienes podrían estar implicados en este delito.
“Hay denuncias puestas contra presidentes municipales y mandos policiales porque existen investigaciones que señalan que pudieran estar coludidos y les recuerdo que la omisión, por supuesto que lleva a la colusión y también es un delito”, declaró el gobernador.
Además, Céspedes indicó que el gobierno estatal pondrá en marcha una campaña para impedir que estas drogas, camufladas como dulces, lleguen a los menores de edad.
La vigilancia en el inmueble y sus alrededores continuará de manera indefinida, en un esfuerzo por asegurar la zona y prevenir la reanudación de actividades delictivas.
