Prácticamente un mes y medio después de la elección del pasado 2 de junio, el gobernador electo Alejandro Armenta Mier y Eduardo Rivera Pérez fumaron la pipa de la paz y sostuvieron un encuentro previo a la toma de protesta del morenista.
En sus redes sociales, el gobernador electo compartió imágenes del encuentro que sostuvo con el que fue su adversario en los comicios del pasado 2 de junio, escribiendo un mensaje de agradecimiento y unidad.
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Haciendo a un lado las confrontaciones del pasado proceso electoral, el morenista agradeció la disposición del panista por reunirse con él, agregando que es momento de fomentar la unidad en la entidad.
Argumentó que la unidad será fundamental para construir un mejor estado para todos los poblanos, por lo que expresó que van a “pensar en grande”, aunque no explicó si integrará a su equipo de trabajo al ex presidente municipal de Puebla capital.
“La unidad es fundamental para lograr la Puebla que queremos. Fue un gusto platicar con Eduardo Rivera. Vamos a pensar en grande”, escribió en sus redes sociales el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier.
En respuesta, Eduardo Rivera Pérez agradeció la apertura y la invitación realizada por Alejandro Armenta Mier para reunirse con él a casi un mes y medio después del pasado proceso electoral.
Señaló que en el encuentro, le presentó al gobernador electo algunas de las inquietudes que recopiló durante su campaña a fin de ser atendidas por él una vez que asuma su cargo en el próximo mes de diciembre.
Finalmente, Rivera Pérez expresó que aceptó la invitación de Armenta Mier al ser un demócrata que confía en el diálogo como el mecanismo para construir un mejor estado para todos.
“Un gusto compartirte algunas inquietudes de las y los poblanos que recogí en campaña. Gracias por la apertura e invitación para realizar este encuentro. Amo Puebla, y como demócrata creo en el diálogo para construir mejores cosas para nuestro bello estado”.
Cabe señalar que esta es la primera reunión entre ambos una vez concluido el pasado proceso electoral, aunque, en su momento, el gobernador electo reveló que había sostenido una serie de llamadas telefónicas con Eduardo Rivera Pérez, en donde reconoció su derrota.
