Los asesinatos registrados en La Piedad y Barranca Honda no tuvieron relación con el crimen organizado, ya que los reportes revelaron que en ambos casos hubo riñas previas, aclaró el gobernador Sergio Salomón Céspedes al descartar que Puebla esté ‘incendiada en inseguridad’.
Este martes, el mandatario se pronunció enérgicamente en contra de la percepción de una ola de violencia en el estado, tras los sucesos ocurridos el 28 de octubre, que resultaron en la muerte de cinco personas.
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Al lamentar profundamente las pérdidas humanas, el mandatario aclaró que la balacera que tuvo lugar en una talachería de la Colonia Barranca Honda, que cobró la vida de dos hermanos, fue producto de un altercado previo entre individuos.
Asimismo, se refirió al asesinato de un franelero frente al Panteón La Piedad, quien fue acribillado durante la celebración de San Judas Tadeo; de acuerdo con el gobernador este hecho también surgió de un conflicto relacionado con la distribución de espacios de trabajo entre franeleros en la zona.
“El agresor intentó dispararle en el glúteo, pero el impacto fue en la columna, lo que provocó su muerte”.
Respecto a otras víctimas, el gobernador aclaró que los dos cuerpos encontrados en un camellón de la autopista México-Puebla, a la altura de Santa María Coronango, fueron atropellados, lo que desmintió cualquier suposición de que se tratara de un hecho relacionado con el crimen.
Ante esto, hizo hincapié en que los recientes hechos son excepciones y no reflejan una tendencia generalizada, por lo que dejó en claro que no se trata de la incidencia delictiva que existe pero debe ser informada con claridad.
“Lo lamentamos sí, pero no queremos tapar nada y hay cosas que suceden, pero seguimos combatiendo este tema todos los días”.