Augusta Díaz de Rivera expuso que si la militancia la cree responsable de la derrota, renuncia al cargo como dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN); incluso destapó a Eduardo Rivera Pérez como su sucesor, apenas un día después de la derrota en la elección a la gubernatura.
Ante la caída en las urnas, señaló que el diagnóstico que tiene Acción Nacional del país es el correcto y que no se equivocaron en sus propuestas de campaña, aunque se debe hacer reflexión sobre la visión que espera la ciudadanía de los partidos políticos en la entidad.
“Si los panistas creen que una servidora es la responsable de los resultados electorales, desde luego que me voy. El periodo que le toca a esta dirigencia concluye hasta noviembre y hay muchos colaboradores (que podrían ocupar el cargo)”, dijo.
En conferencia de prensa, ante la derrota en la capital poblana y la gubernatura, declaró que la renovación de la dirigencia será en noviembre, por lo que no dudó que un hombre retome el cargo, por lo que de inmediato iniciaron las porras para su colaborador más cercano Marcos Castro y Mario Riestra, ex candidato a la alcaldía de Puebla.
“Muchas gracias a todos ellos porque seguramente en noviembre tenemos un nuevo dirigente, que me parece claro quién podría ser”, agregó.
Horas después, en su cuenta X posteó que le gustaría que la estafeta de la dirigencia del partido sea para Eduardo Rivera, ex alcalde y candidato a la gubernatura.
“Estoy orgullosa de todo el equipo de trabajo del #PANPuebla, dimos la batalla con fuerza y honor. La próxima dirigencia debe recaer en alguien cuyo liderazgo dentro del partido sea indiscutible; ojalá @eduardorivera01, tome la estafeta. Mientras seguiremos trabajando de la mano con las y los panistas, para fortalecer las bases y estructura de nuestro partido”, publicó.
Reaccionan con críticas diputados locales
La legisladora local y quien ha manifestado sus intenciones en la dirigencia, Guadalupe Leal publicó que el partido debe reconstruir, reflexionar e incluir a todas las generaciones; no son tiempos de “nuevas campañas” o “precoces” imposiciones”.
“La madurez política radica en asumir lo que se hizo, lo que se dejó de hacer y lo que dejaron pasar. El PAN deberá tocar fondo y en esa profundidad; algunas y algunos entender que amar también significa irse”, añadió.
Por su parte, Rafael Micalco expuso que no era el momento ni lugar para hablar de la renovación de la dirigencia.
“Primero habrá que terminar la elección con la defensa del voto, y determinar qué fue lo que pasó en la elección y más con los resultados obtenidos. Ya luego llamar a consejo estatal para ese análisis; lo otro es un tema q vendrá hasta noviembre”, apuntó.