Enmedio de la incertidumbre que rodea a las franquicias de Grupo Salinas, el Club Puebla ha comenzado a recoger las piezas del desmantelamiento del Mazatlán FC. El guardameta Ricardo Daniel Gutiérrez se ha convertido oficialmente en el primer refuerzo proveniente del equipo “hermano” de Sinaloa, una operación que confirma la estrategia de Ricardo Salinas Pliego de trasladar activos antes de que la plaza de Mazatlán desaparezca definitivamente en la Liga MX para dar paso al regreso del Atlante.
Dicha contratación, no es un movimiento aislado, sino el inicio de un éxodo programado. Tras confirmarse el pasado 9 de diciembre ante la Asamblea de Dueños que Mazatlán inició el trámite de sustitución de derechos de afiliación, toda su plantilla quedó en calidad de transferible. Ante la urgencia de reducir nómina y rescatar lo poco rescatable del equipo sinaloense, la directiva poblana ha recibido la orden de aprovechar estos “desechos” para intentar parchar las carencias del conjunto camotero.
Ricardo Gutiérrez, de 28 años, llega a la Angelópolis tras una etapa de claroscuros en el puerto, donde nunca logró consolidarse como titular indiscutible. Su traspaso se da en un contexto de crisis interna para los Cañoneros, quienes tras la renuncia de Robert Dante Siboldi y el inminente cambio de nombre, han comenzado a enviar a sus jugadores con mayor proyección a La Franja para asegurar que sigan generando ingresos a la televisora del Ajusco, ahora bajo las órdenes de Albert Espigares.
El perfil de Gutiérrez es el de un portero que conoce el sistema de trabajo de Grupo Salinas desde su origen en Morelia, pero sus estadísticas reflejan la fragilidad defensiva que ha caracterizado a los equipos del “Tío Richie”. Con un promedio de 1.4 goles recibidos por partido y una efectividad en atajadas del 68 por ciento, el cancerbero chiapaneco llega con la presión de demostrar que puede ser más que un simple relleno en una plantilla que urge de líderes para salir del fondo de la tabla de cocientes.
La situación para el Club Puebla es crítica y el margen de error es mínimo. La Franja iniciará el Clausura 2026 como último lugar en la lucha por no pagar la multa del descenso administrativo, acumulando apenas 65 puntos. En este escenario, la llegada de jugadores “desahuciados” de otras plazas genera dudas entre la afición, que ve cómo el equipo se refuerza con las sobras de un proyecto fallido en lugar de realizar inversiones de peso en el mercado internacional.
Gutiérrez se suma a una lista de fichajes que, hasta ahora, incluye al costarricense Juan Pablo Vargas, al joven Eduardo Mustre y al cuestionado Ignacio Maestro Puch, quien llega con una racha negativa de apenas cinco goles en cinco años. Esta amalgama de jugadores libres, canteranos y transferidos de Mazatlán, representa la apuesta de bajo costo de la directiva para encarar un torneo donde se juegan la permanencia económica en la primera división.
Fuentes cercanas al club confirmaron que Ricardo Gutiérrez aún no se ha reportado a los entrenamientos en la Angelópolis. Se espera que el guardameta realice los exámenes médicos correspondientes e inicie su integración al parejo del grupo a partir de esta semana entrante, una vez que se resuelvan los detalles administrativos de su baja en Sinaloa.
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