En los primeros seis meses de 2025 se registraron 28 mil trabajadores fuera del mercado laboral en Puebla, de los cuales el 65.84 por ciento corresponde al sector formal y el resto a la informalidad.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) detalla que Puebla cuenta con una masa laboral formal de 865 mil 653 personas, es decir, 18 mil 458 empleos menos que al cierre de 2024, cuando se registraron 884 mil 111 trabajadores. Mientras tanto, el resto carece de contrato o prestaciones sociales, aunque forman parte de empresas relevantes para la economía local.
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Por otro lado, el sector informal cuenta con un total de 2 millones 127 mil 603 empleados, lo que representa una disminución de 9 mil 573 personas respecto a diciembre de 2024, cuando la masa laboral informal era de 2 millones 137 mil 176.
La suma de estos dos sectores da como resultado un total de 2 millones 993 mil 256 poblanos con algún empleo. El resultado refleja la vulnerabilidad del mercado laboral ante cambios económicos recientes y se traduce en la pérdida de alrededor de 28 mil empleos en términos generales.
Y es que, al cierre de 2024, la población con empleo era 3 millones 21 mil 287 registrados al cierre del año pasado, es decir, una hubo una pérdida general de 28 mil 31 empleos.
No obstante, existen avances gracias a los negocios propios o emprendimientos. Durante el semestre se crearon 71 mil 804 micronegocios. De estos, 411 operan sin un establecimiento físico, mientras que el resto cuenta con un local o una oficina. Los pequeños negocios y micronegocios se consolidan como un pilar de la economía local, no solo por su capacidad de generar empleo, sino también por estimular el comercio y mantener activas las economías locales. Esto se refleja en los 395 mil 509 empleos que han logrado subsistir en lo que va del año, aunque esta cifra es inferior a los 420 mil 409 registrados al cierre de 2024.
Los medianos negocios, que emplean hasta 250 personas, presentaron un incremento de 7 mil 995 plazas, mientras que las grandes empresas reportaron la pérdida de 13 mil 80 trabajadores, mostrando una tendencia desigual según el tamaño del establecimiento.
Análisis por sectores
El panorama sectorial revela contrastes significativos. El sector agropecuario fue el más afectado, con la pérdida de 72 mil 764 empleos en seis meses. De los 540 mil 796 trabajadores registrados en diciembre de 2024, quedaron únicamente 468 mil 32 en junio de 2025. Esta caída refleja problemas de productividad, falta de inversión y condiciones climáticas adversas que impactaron la producción agrícola.
La manufactura, pilar de la economía poblana por la industria automotriz y sus cadenas de proveeduría, también sufrió ajustes. De los 769 mil 810 empleos al cierre de 2024, se perdieron 11 mil 171, reduciendo la plantilla a 758 mil 639 trabajadores. Aunque menor que la caída en el campo, esta disminución alerta sobre la vulnerabilidad de un sector estratégico para la entidad.
El sector terciario, que agrupa comercio, servicios y actividades financieras, mostró mayor dinamismo y ayudó a amortiguar la pérdida total de empleos al generar 60 mil 78 nuevas plazas. Dentro de este sector, comercio, restaurantes y hoteles recuperaron 81 mil 142 empleos, mientras servicios vinculados a eventos sociales, culturales y de esparcimiento redujeron 24 mil 156 plazas. El sector financiero también presentó un crecimiento moderado, con 4 mil 968 nuevos empleos derivados de la expansión de servicios bancarios, seguros y plataformas tecnológicas.
El empleo en el sector público también registró un incremento. Al cierre del gobierno interino de Sergio Salomón Céspedes Peregrina se contabilizaban 62 mil 368 trabajadores; con el inicio de la administración de Alejandro Armenta Mier, la cifra ascendió a 68 mil 48, lo que representa un aumento de más de 5 mil plazas en apenas seis meses.
En síntesis, Puebla enfrenta un panorama mixto: mientras la pérdida en el campo y la manufactura sumó más de 84 mil empleos, la reactivación del comercio, el turismo y los servicios permitió recuperar alrededor de 50 mil plazas. El desafío para los próximos meses será consolidar la estabilidad del mercado laboral y generar empleos de calidad que resistan los vaivenes de la economía local y nacional, impulsando tanto la inversión privada como los proyectos productivos del sector público.