La firma japonesa Nissan Motor Co. evalúa el cierre de dos de sus plantas en México como parte de una reestructuración global que incluye el cese de operaciones en India, Argentina y Sudáfrica, de acuerdo con reportes del periódico japonés Yomiuri y otras agencias internacionales.
Esta medida forma parte de un ambicioso plan para reducir costos, tras enfrentar una baja sostenida en ventas y rentabilidad, en medio de una feroz competencia en el sector de vehículos eléctricos, principalmente impulsada por fabricantes chinos.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIOAdemás de las plantas en México, Nissan considera cerrar dos importantes fábricas ubicadas en Oppama e Hiratsuka, en la prefectura de Kanagawa, al sur de Tokio, las cuales son operadas por su subsidiaria Nissan Shatai Co. Según Kyodo News, estos cierres podrían impactar hasta el 30% de la producción automotriz en Japón.
La planta de Oppama produce vehículos eléctricos como el Leaf y el Note, con una capacidad de 240 mil unidades anuales, mientras que la fábrica de Hiratsuka se especializa en vehículos comerciales, con una capacidad de 150 mil unidades por año.
Aunque los reportes han generado preocupación, la compañía ha rechazado que existan decisiones oficiales al respecto.
“Ha habido informes sobre el cierre de nuestras fábricas, pero se basan en especulaciones”, señaló Nissan Shatai en un comunicado. “Nuestra empresa no los ha anunciado y no son ciertos”.
En México, Nissan opera tres plantas: dos en Aguascalientes y una en Cuernavaca, Morelos. Hasta el momento, no se ha especificado cuáles serían las afectadas, ni cuántos empleos estarían en riesgo.
La automotriz también ha enfrentado dificultades para recuperar su posición en el mercado estadounidense, debido a una gama de productos considerada obsoleta, elevados incentivos a concesionarios y una fuerte carga de deuda.
Iván Espinosa, quien asumió la dirección ejecutiva de Nissan en abril, indicó que la compañía trabaja en un reajuste de su tamaño y estructura, con el objetivo de salir adelante sin recurrir a alianzas externas.
“Lo que estamos haciendo es reajustar el tamaño de la empresa”, afirmó en entrevista.
Cabe recordar que a principios de año fracasaron las negociaciones para una fusión con Honda, lo que derivó en la salida del anterior CEO.
La posibilidad de que México pierda dos plantas de una de las automotrices más importantes del país podría tener un fuerte impacto económico y laboral en el sector manufacturero.