La economía poblana enfrentará un 2025 con señales claras de desaceleración en su crecimiento. De acuerdo con el informe Situación Regional Sectorial 2025, elaborado por BBVA Research, el Producto Interno Bruto (PIB) de Puebla crecerá apenas 0.8 por ciento, una caída de medio punto respecto al 1.3 por ciento registrado en 2024.
El freno económico obedece a una combinación de factores: el enfriamiento del comercio con Estados Unidos, derivado de los aranceles impuestos por Donald Trump; la finalización de proyectos federales, y la reducción del gasto público en infraestructura. En términos monetarios, el PIB pasará de 862.7 mil millones de pesos en 2024 a 869.9 mil millones en 2025, un incremento marginal que confirma el estancamiento.
Aun así, Puebla se mantendrá dentro de las 10 economías más grandes del país, ocupando la décima posición nacional, por debajo de potencias industriales como Jalisco, Nuevo León, Guanajuato y el Estado de México.
BBVA advierte que la contracción más fuerte vendrá del sector de la construcción, uno de los motores tradicionales del crecimiento estatal. El término de grandes obras federales y la disminución del gasto público generarán un “sesgo negativo generalizado” en infraestructura, especialmente en estados con alta dependencia del presupuesto federal, como Puebla.
La obra privada tampoco muestra signos de repunte. El entorno de tasas de interés elevadas y la menor demanda interna han desincentivado nuevos proyectos, dejando al sector en un punto muerto.
Aranceles de EE. UU. castigan al campo poblano
El informe también alerta sobre los aranceles del 17 % impuestos por Estados Unidos al tomate mexicano, tras la ruptura del Acuerdo de Suspensión de 2019. Para Puebla, que exporta parte de su producción hortícola al mercado norteamericano, esta medida podría reducir los márgenes de ganancia y provocar un desplazamiento de la oferta hacia el mercado interno, presionando los precios locales.
Industria automotriz, en riesgo de desacelerar
El sector manufacturero poblano —principal generador de empleo y valor agregado— también muestra vulnerabilidad. BBVA estima un menor dinamismo en las exportaciones automotrices y metalmecánicas, dos ramas vitales para la economía estatal. Aunque algunos segmentos, como alimentos, bebidas y electrónica, podrían resistir, el ritmo general será más lento que en los años de recuperación pospandemia.
Agricultura bajo presión: gusano barrenador y altos costos
El estudio advierte que el sector agropecuario podría cerrar 2025 con crecimiento nulo o negativo debido al impacto del gusano barrenador del ganado, los altos costos de insumos agrícolas y los problemas logísticos en regiones rurales. Estas condiciones complican la movilidad y encarecen la producción, restando competitividad al campo poblano.
A nivel nacional, BBVA pronostica un crecimiento económico de 2.0 por ciento, influido por una política fiscal más prudente y el fin de los grandes proyectos federales. Puebla, por tanto, no es un caso aislado, sino parte de una tendencia nacional de enfriamiento estructural.
Pese a todo, Puebla mantendrá estabilidad macroeconómica, aunque su desafío será evitar un estancamiento prolongado. Según el análisis, la recuperación dependerá de atraer inversión privada, fortalecer la base industrial y diversificar la economía más allá del sector automotriz.
El 2025 marcará, según BBVA, un año de prueba para la capacidad del estado de reinventarse frente a un entorno económico adverso.
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