Seis docentes de preparatorias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) participaron en el Programa de Maestros en Español 2025 de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra, Suiza, sede del Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más potente del mundo y en el que se descubrió el bosón de Higgs en 2012.
La capacitación se llevó a cabo entre julio y agosto y reunió a alrededor de 500 profesores de 20 países. Los docentes poblanos convivieron con investigadores de frontera, asistieron a conferencias, talleres prácticos y visitas guiadas a experimentos e instalaciones del CERN, donde se abordaron temas como Física de Partículas, aceleradores, computación científica y comunicación de la ciencia.
Los profesores que representaron a la BUAP fueron:
- Evelia Teniza Tetlalmatzi, Preparatoria Urbana Enrique Cabrera Barroso.
- María del Pilar Victoria Arroyo Castillo, Preparatoria Regional Simón Bolívar.
- Eustaquio Reyes Hernández, Preparatoria Lázaro Cárdenas del Río.
- Ivonne Alejandra Toledo Nieto, Preparatoria Benito Juárez García.
- Sol María Hernández Hernández, Preparatoria 2 de Octubre de 1968.
- Gladys Denisse Salgado Suárez, Bachillerato Internacional 5 de Mayo.
Su asistencia a este programa responde a su trayectoria en la promoción de la ciencia entre jóvenes, así como a su compromiso con la divulgación del conocimiento. A su regreso, se espera que compartan lo aprendido con estudiantes, colegas y público en general, como embajadores de la ciencia, en particular de la Física de Partículas y del trabajo que se realiza en el CERN.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIO
Para la profesora Gladys Denisse Salgado Suárez, egresada del Doctorado en Matemáticas de la BUAP, esta experiencia representó una oportunidad única:
“Nos permitió enriquecer nuestros conocimientos científicos, actualizar estrategias y establecer lazos de colaboración. Al mismo tiempo, constituye un compromiso para llevar esta experiencia hacia nuestros estudiantes y motivarlos a incursionar en la ciencia”.
En su opinión, el impacto es significativo: los docentes regresan con nuevas herramientas, materiales y motivaciones que transforman su práctica educativa. Muchos de ellos se convierten en líderes en sus comunidades escolares, organizan ferias científicas, clubes de ciencia y proyectos interdisciplinarios, fortaleciendo así el interés por la investigación y la innovación en las nuevas generaciones.
