Tras la entrega del pliego petitorio general a la rectora Lilia Cedillo el pasado miércoles 19 de marzo y la respuesta de Rectoría el 22 de marzo, el movimiento estudiantil en Ciudad Universitaria (CU) enfrenta fracturas internas que han ralentizado la realización de la primera mesa de diálogo.
En tres asambleas recientes, se han reportado disputas entre alumnos, quienes han desconocido votaciones al acusar presuntos arreglos de grupos con intereses particulares. Además, algunos sectores han cuestionado la legitimidad de los voceros que negocian con las autoridades, señalándolos por priorizar agendas propias.
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Entrega del pliego petitorio y expectativas iniciales
El 19 de marzo, representantes estudiantiles entregaron el pliego petitorio general a la rectora Cedillo, acto que contó con la presencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla y otros directivos universitarios. Los voceros estudiantiles expresaron su disposición al diálogo y su compromiso con la mejora institucional.
Posteriormente, la tarde del sábado 22 de marzo, Rectoría respondió al pliego general a través de un documento con 248 puntos a los que las autoridades universitarias pueden darle atención.
Asambleas posteriores y surgimiento de conflictos
Sin embargo, en las tres asambleas realizadas tras la entrega del pliego, surgieron desacuerdos significativos. Estudiantes denunciaron presuntos arreglos internos y acusaron a ciertos grupos de priorizar intereses particulares, lo que llevó al desconocimiento de votaciones y acuerdos alcanzados por los voceros
La situación ha derivado en un estancamiento del diálogo, pues las divisiones han debilitado la cohesión del paro, frenando la formación de mesas de trabajo efectivas. La difusión de videos en redes sociales ha evidenciado las tensiones, con escenas de alumnos confrontándose y denunciando la falta de transparencia en las decisiones.
En este escenario, la falta de consenso interno amenaza con debilitar la representación estudiantil frente a las autoridades, dificultando la resolución del conflicto. Mientras tanto, la expectativa de una mesa de diálogo abierta y horizontal, planteada inicialmente tras la entrega del pliego, permanece en pausa ante la creciente fragmentación del movimiento.
Denuncias de infiltración y tensiones adicionales
La situación se ha complicado aún más con la circulación de videos en redes sociales que muestran a personas encapuchadas ingresando a Ciudad Universitaria, lo que ha generado preocupación entre los estudiantes sobre posibles infiltraciones externas. Además, se han reportado enfrentamientos verbales entre grupos estudiantiles con posturas divergentes.