La paralización de actividades en Ciudad Universitaria no solo ha impactado la vida académica de miles de estudiantes, sino que también ha golpeado a los comercios que dependen del movimiento diario en la zona. Negocios en Avenida San Claudio y Bulevar Valsequillo, dos de las principales vialidades que rodean CU, han registrado una drástica reducción en su actividad, con cierres temporales y ajustes en sus horarios debido a la baja afluencia de clientes.
Durante un recorrido por la zona, se contabilizaron 36 negocios en San Claudio, de los cuales 17 permanecen cerrados. En Valsequillo, la situación es similar: 18 locales abiertos y 9 cerrados. La mayoría de estos comercios son fondas, cafeterías, misceláneas, papelerías y negocios de copias, establecimientos cuyo principal flujo de clientes proviene de la comunidad universitaria. Sin estudiantes, profesores ni personal administrativo transitando diariamente, los ingresos han caído drásticamente.
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Los comerciantes que aún mantienen sus puertas abiertas han tenido que modificar sus horarios para ajustarse a la baja demanda. En algunos casos, los locales están cerrando entre tres y cuatro horas antes de lo habitual. “Antes cerrábamos hasta las ocho o nueve de la noche, pero ahora a las cinco ya no tiene caso seguir abiertos, no hay nadie”, comentó el encargado de una tienda de conveniencia en la zona.
Para muchos de estos negocios, la incertidumbre crece con cada día que pasa sin una solución al conflicto. Aunque algunos han logrado subsistir con clientes esporádicos y vecinos de la zona, otros ya evalúan medidas más drásticas si la situación se prolonga. “Si en una semana no regresa el movimiento, vamos a tener que suspender operaciones hasta nuevo aviso”, expresó la dueña de una cafetería en San Claudio.
Mientras el paro en la BUAP se mantiene sin una fecha clara de resolución, los comerciantes de CU siguen a la espera de que la actividad universitaria regrese, pues de ello depende la estabilidad de sus negocios.
