Las estafas mediante mensajes de texto (SMS) se han convertido en una práctica cada vez más común entre los ciberdelincuentes. Una de las estrategias más utilizadas consiste en enviar enlaces que simulan pertenecer a sitios confiables, pero que en realidad redirigen a páginas falsas diseñadas para robar datos personales y financieros.
La organización SpamHaus, especializada en el monitoreo de actividades de spam, ha identificado patrones recurrentes en estos mensajes. Dos de las terminaciones de dominio más utilizadas en este tipo de fraudes son “com-track” y “com-toll”. La primera estafa suele vincularse con supuestos servicios de rastreo de paquetes o facturación, mientras que la segunda se relaciona con SMS con falsas alertas de peajes o multas impagas, apelando a la urgencia para engañar a los usuarios.
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Además, se ha detectado el uso frecuente de dominios poco conocidos como .TOP, .CYOU y .XIN, especialmente vinculados a registros en países como China. Incluso la ICANN emitió en 2024 una advertencia sobre el dominio .TOP debido a su uso en actividades ilícitas.
Para detectar un SMS sospechoso de estafa, los expertos recomiendan observar ciertos detalles: enlaces largos con estructuras inusuales, palabras que apelan a la urgencia (“acción inmediata”, “pago pendiente”) y errores ortográficos o gramaticales. También se debe desconfiar de remitentes con números desconocidos o formatos extraños.
Identificar estos signos puede ser clave para evitar caer en trampas digitales que, aunque cada vez más sofisticadas, pueden detectarse con atención y precaución.