Las autoridades del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol descubrieron un intento de repatriación irregular cuando una familia británica intentó subir el cadáver de una mujer de 89 años a un vuelo comercial hacia Londres. De acuerdo con los medios internacionales, la familia presentó a la anciana como una pasajera cansada y dormida, lo que causó sospechas entre el personal de la aerolínea.
La mujer fue llevada en silla de ruedas, vestida con ropa de viaje y gafas de sol; sin embargo, tanto la palidez como su falta de movimiento despertaron dudas, y al intentar interactuar con ella, los empleados no recibieron ninguna respuesta. La familia logró que la anciana ocupara un asiento en el avión, pero momentos después la tripulación activó el protocolo de emergencia al notar que no presentaba signos vitales.
El avión se detuvo antes de despegar y se confirmó que la pasajera estaba muerta, por lo que la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer tanto las causas del fallecimiento como las razones de la familia para subir el cadáver a un avión.
Según expertos, repatriar un cuerpo de manera legal desde España a Reino Unido puede superar los 8 mil euros, debido a requisitos como certificados de defunción internacionales, embalsamamiento obligatorio, féretro con recubrimiento de zinc y transporte en la bodega bajo estrictas normas sanitarias.
Aunque la inspección preliminar arrojó que la mujer murió por causas naturales debido a su edad, las autoridades continúan investigando lo sucedido.
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