Las casas de Carlos Slim, ubicadas en la Ciudad de México, son testigos silenciosos de la infancia del empresario más rico de Latinoamérica. Desde sus primeros años, Slim vivió en dos residencias que hoy conservan su estructura original y reflejan parte de la historia del magnate mexicano.
Carlos Slim Helú, de ascendencia libanesa, es considerado el hombre más rico de México y uno de los más acaudalados del mundo. Es ingeniero civil egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y es propietario de empresas como Grupo Carso, Grupo Sanborns y América Móvil. Su fortuna, según Forbes, supera los 100 mil millones de dólares, ubicándolo en el puesto 19 a nivel global, detrás de figuras como Elon Musk, Jeff Bezos y Bernard Arnault.
Entre 2010 y 2013, Slim fue el hombre más rico del planeta, superando incluso a Bill Gates. En ese periodo, su fortuna fluctuó entre los 53 mil y 74 mil millones de dólares. Aunque Gates recuperó el primer lugar en 2014, Slim se ha mantenido en el Top 20 mundial desde entonces.
La educación financiera de Slim comenzó desde la infancia. Su padre, Julián Slim Haddad, le enseñó a administrar dinero mediante una libreta de ingresos y egresos que debía llenar diariamente y revisar cada semana. Además, lo llevaba a sus negocios en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde aprendió prácticas comerciales y administrativas que marcarían su futuro.
Los hogares que marcaron su formación
La primera de las casas de Carlos Slim se encuentra en la colonia Condesa, en la calle México número 51, frente al Parque México. Allí cursó el jardín de niños y parte de la primaria en la escuela G. B. de Annes, ubicada a dos calles de su hogar. La vivienda conserva su color amarillo, ventanales amplios en el primer piso, una reja blanca y un pequeño jardín con árboles y plantas en la fachada.
A los siete años, la familia Slim se mudó a Polanco, a la calle Calderón de la Barca esquina con Luis G. Urbina, también en el número 51, frente al Parque Lincoln. Esta segunda residencia mantiene el color amarillo claro, dos niveles y una enredadera que cubre parte de la fachada, reflejando el cuidado que ha recibido con el paso del tiempo.
Hoy, con 82 años, Carlos Slim sigue siendo un referente del emprendimiento y la gestión empresarial en México. Las casas donde vivió de niño no solo conservan su esencia arquitectónica, sino que también simbolizan los cimientos de su formación personal y profesional.
Las casas de Carlos Slim en la Condesa y Polanco son más que simples residencias, pues se han convertido en espacios que marcaron el inicio de una trayectoria empresarial que lo llevó a convertirse en uno de los hombres más influyentes del mundo.
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