El curandero Mircea Gabriel llegó desde Rumania con el propósito de sanar a los poblanos con la energía de sus manos.
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Supuestamente es milagroso y suele instalarse junto a la Iglesia de La Compañía, frente al edificio Carolino de la BUAP.
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Ahí ha atendido a cientos de personas que aseguran confiar en su don, el cual aseguran, alivia desde dolores articulares hasta enfermedades como el cáncer.
“Tuve bastante éxito. Al inicio fue complicado… Las consultas no tienen costo, son con aporte voluntario. A veces me quedo hasta las 9 o 11 de la noche”, relató Gabriel Mihaila, mientras ofrecía una de sus sesiones.
Según su testimonio, descubrió su habilidad de forma accidental tras intervenir en un percance laboral.
Desde entonces, comenzó a practicar en tianguis, parques y espacios públicos, como la plaza grande de Mérida, antes de llegar a Puebla.
Originario de Rumania, el curandero afirma que lleva dos meses ofreciendo este servicio en la capital poblana, luego de recibir una invitación para hacerlo.
Durante la entrevista, Gabriel atendía a Rosa María Rojas, una visitante de Cancún quien habló de las manos curativas del Rumano.
“Soy diabética e hipertensa. Hay días que amanezco con mucho dolor en el cuerpo. Desde el viernes he querido pasar con él y hasta ahorita pude… 100 por ciento lo recomendaría. Me quitó el dolor que traía en los hombros y las manos”, afirmó.
Entre quienes aguardaban turno, se encontraba Iliana, con molestias en rodillas y pies. Supo de Mircea Gabriel a través de redes sociales.
“Ya no sabe uno qué hacer, busca alternativas… Vi que mucha gente habla bien de él, tienen fe en la energía, a lo mejor eso necesitamos. No pensé que viniera tanta gente. Conozco a una señora que cura sobre piedra; no lo creía, llevó a mi tío y hasta la fecha camina. Le ayudó mucho”, compartió.
