Brayan E. Montiel Varela, originario de San José Acateno, Puebla, estaba a bordo del Buque Escuela Cuauhtémoc cuando ocurrió el trágico accidente en el puente de Brooklyn, Nueva York. A pesar de la magnitud del impacto, el joven cadete confirmó a su familia que se encontraba bien y fuera de peligro, luego de que las imágenes del suceso se viralizaron en las redes sociales.
Montiel relató que, al momento del accidente, se encontraba en la parte de popa del buque, donde él y sus compañeros cadetes actuaron rápidamente para ponerse a salvo; se refugiaron en la cabina del puente de mando para evitar mayores consecuencias.
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“Nos tocó ver cómo todo se venía encima. Les pido sus oraciones para mis compañeros y personal de la tripulación”, escribió en una publicación, en la que agradeció también el apoyo recibido tras el incidente.
“Gracias a Dios me encuentro bien”, expresó con gratitud en sus redes sociales mientras pedía oraciones por sus compañeros.
El joven de 21 años llevaba ocho meses a bordo del Buque Escuela Cuauhtémoc, conocido por su emblemático nombre de “Embajador y Caballero de los Mares”. A lo largo de este tiempo, ha tenido la oportunidad de visitar puertos de México, Cuba y Estados Unidos, experimentando la vida en altamar y la formación naval que le ha brindado esta oportunidad.
A pesar de la tragedia, la tripulación que sufrió daños por el impacto, pudo regresar a México después de recibir atención médica en Nueva York.
A través de su cuenta en redes sociales, Brayan agradeció el apoyo y destacó que, a pesar de todo, se encontraba en condiciones de seguir adelante sin requerir asistencia especial.
El cadete poblano hizo contacto con su familia en cuanto pudo, tranquilizándolos tras el accidente. La Secretaría de Gobernación del estado de Puebla también se comunicó con ellos para garantizar que todo estuviera bien, brindando el apoyo necesario y asegurándose de que Brayan no necesitara ayuda adicional.
El accidente, que dejó a 22 tripulantes lesionados, también provocó el fallecimiento de dos cadetes: América Yamileth Sánchez, de Veracruz, y Adal Jair Marcos, de Oaxaca, que tenía residencia en Puebla.
A pesar de los daños sufridos por el buque, que perdió sus tres mástiles, las investigaciones en torno al accidente continúan. Las autoridades de Estados Unidos están en proceso de determinar las causas que llevaron a este trágico percance, mientras que la tripulación y los cadetes sobrevivientes han regresado a México, llevando consigo el recuerdo de un accidente que marcará sus vidas.
