El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación oficial declarando el 9 de febrero como el “Día del Golfo de América”, en un acto que ha generado polémica tanto a nivel nacional como internacional.
La firma del documento se realizó a bordo del Air Force One mientras Trump sobrevolaba el Golfo de México en ruta hacia Nueva Orleans para asistir al Super Bowl LIX.
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La iniciativa de nombrar este día, se enmarca dentro de la Orden Ejecutiva 14172, titulada “Restauración de Nombres que Honran la Grandeza Estadounidense”, con la cual busca cambiar la denominación del Golfo de México a “Golfo de América” en los documentos oficiales de su país.
El anuncio ha desatado diversas reacciones. Mientras algunos de sus seguidores lo ven como un acto de reafirmación del nacionalismo estadounidense, críticos y expertos en relaciones internacionales lo califican como una postura imperialista. Además, simbólicamente agresiva hacia México y otras naciones de la región.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció al respecto y aseguró que para México y la comunidad internacional, la masa de agua seguirá siendo reconocida como el Golfo de México.
Los nombres históricos y geográficos no se cambian por decreto de un solo país”, expresó.
Por su parte, plataformas como Google Maps indicaron que actualizarán la denominación en sus servicios dentro de Estados Unidos si la nueva designación se oficializa en el Sistema de Nombres Geográficos del país. Sin embargo, en otras regiones, incluido México, el nombre permanecerá sin cambios.
Este movimiento se suma a otras iniciativas de Trump para modificar nombres y monumentos en su país, como la intención de restaurar el nombre del monte McKinley en Alaska, que en 2015 fue renombrado como monte Denali.
