La Casa Blanca dejó abierta la posibilidad de implementar redadas migratorias durante el Mundial de futbol de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá. De acuerdo con Andrew Giuliani, jefe del grupo de trabajo presidencial para el evento, el presidente Trump no descarta nada que haga más seguro a este país y subrayó que toda decisión se tomará bajo el pretexto de la seguridad nacional.
Giuliani explicó que quienes cuenten con boletos para asistir a los partidos tendrán garantizada una cita con las autoridades migratorias para tratar de obtener un visado. Sin embargo, evitó ofrecer criterios concretos sobre las restricciones de ingreso para los aficionados extranjeros y remitió a los procedimientos consulares.
El funcionario insistió en que “la seguridad y la hospitalidad pueden ir de la mano”, asegurando que se trata de equilibrar la protección de estadios y ciudades anfitrionas con las expectativas de un evento global. También recordó que en Estados Unidos los grandes acontecimientos deportivos suelen recibir una clasificación federal de riesgo y, en algunos casos, la designación de Evento Especial de Seguridad Nacional, lo que moviliza a agencias como el Servicio Secreto y el Departamento de Seguridad Nacional.
Aunque no dio detalles operativos específicos, su afirmación de que la presidencia “no descarta nada” amplía el margen de actuación oficial durante el torneo, que congregará a selecciones y aficionados de seis confederaciones. Giuliani también señaló que se redujeron los tiempos de espera en consulados de países participantes y que naciones como Japón y algunos países europeos cuentan con exención de visado.
Señaló que las delegaciones de países bajo restricciones de viaje obtuvieron permisos limitados para personal de equipos, árbitros y prensa acreditada, mientras que los aficionados deberán seguir los cauces ordinarios.
El Mundial 2026 será el mayor de la historia, con 48 selecciones y 104 partidos distribuidos en tres países, lo que metió presión en servicios consulares, aeropuertos y seguridad fronteriza.
Por ahora, la posibilidad de que se lleven a cabo redadas migratorias generó inquietud entre grupos civiles, quienes advirtieron que los operativos en eventos masivos pueden disuadir a los visitantes y trabajadores temporales. Por su parte, la Casa Blanca insistió en que el énfasis está en proteger infraestructuras críticas y mantener el orden.
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