La crisis de inseguridad en el municipio de Eloxochitlán, ubicado en la Sierra Negra, en el primer año de gobierno del edil reelecto Delfino Hernández Hernández, mantiene un registro de cuatro ejecuciones, incluidas personas cercanas a él, quienes también eran trabajadores del Ayuntamiento. Además, la Fiscalía General del Estado reporta un aumento del 35 % en la incidencia delictiva.
La situación ha escalado tanto que el propio edil, Delfino Hernández Hernández, tuvo que solicitar protección al Gobierno del Estado por presuntas amenazas de grupos delictivos, mientras que personal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla fue enviado para reforzar la vigilancia.
Las ejecuciones registradas en Eloxochitlán
El primer hecho se registró durante el mes de octubre, cuando un hombre identificado como Benito C., de 43 años de edad, fue asesinado en la comunidad de Macuiltepec, perteneciente al municipio de Eloxochitlán, en la Sierra Negra. El cuerpo presentaba al menos 23 impactos de arma de fuego, lo que evidencia la violencia del ataque.
De acuerdo con los primeros reportes, el hombre, quien se desempeñaba como taxista y campesino, había salido de su domicilio en Zacacoapan alrededor de las 10:30 horas para realizar un servicio de transporte, sin precisar el destino ni la identidad de los pasajeros, y más tarde fue hallado sin vida.
El segundo caso, que involucró a tres personas, ocurrió el pasado sábado 1 de noviembre, cuando Dionicio “N”, de 33 años; Isidro “N”, de 28, ambos originarios de la comunidad de Xonotipan, así como un adolescente de nombre Giovani, viajaban a bordo de un vehículo sobre la carretera Xonotipan–Loma Bonita y fueron interceptados por sujetos armados, quienes les dispararon en varias ocasiones para luego huir.
Este martes, el vicealmirante Francisco Sánchez González, titular de la SSP, detalló que los dos adultos laboraban en el Ayuntamiento de Eloxochitlán y eran personas cercanas al alcalde Delfino Hernández Hernández.
Por estos hechos violentos, el edil pidió protección al Gobierno del Estado tras presuntamente haber recibido amenazas de grupos delictivos. Además, 50 elementos de la Policía Estatal Preventiva y del Ejército Mexicano arribaron a la zona para reforzar las acciones de seguridad y vigilancia.
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