El presidente de Izúcar de Matamoros, Eliseo Morales, rindió su primer Informe de labores, con nula obra pública en comunidades y juntas auxiliares, un incremento en los índices de delincuencia y problemas entre la policía municipal marcada por anarquía y la indisciplina, que provocan choques bajo los influjos del alcohol y hacen videos para TikTok.
Mientras los pueblos permanecen sin pavimentaciones, drenajes ni rehabilitación de espacios públicos, el Ayuntamiento ha optado por entregar apoyos económicos en efectivo para fiestas patronales, grupos de danza o celebraciones vecinales. De acuerdo con testimonios recabados, dichos montos oscilan entre los 20 mil y 50 mil pesos por comunidad, sin comprobación pública ni registro formal de gastos.
Estas prácticas —más cercanas al clientelismo que a la planeación municipal seria— han logrado inhibir protestas o reclamos ciudadanos, a pesar de la evidente ausencia de infraestructura.
Crisis en la policía municipal
La corporación policial, conformada por 95 elementos entre policías y agentes viales, no ha crecido respecto a la administración anterior. Lo preocupante, según fuentes internas, es el clima de indisciplina: varios uniformados han protagonizado incidentes por conducir ebrios, grabarse en videos para redes sociales o desobedecer mandos directos.
El alcalde mencionó la existencia de “policía turística”, aunque en realidad se trata de elementos municipales que carecen de protocolos especializados. La policía turística oficial fue enviada por el Gobierno del Estado no solo a los Pueblos Mágicos, sino también a municipios con vocación turística; Izúcar no es el único en recibir este tipo de apoyo, pero sí uno de los más cuestionados por su desempeño.
El zócalo, la única obra… y con irregularidades
La única obra ejecutada por la administración de Morales es la remodelación del zócalo municipal. Sin embargo, nunca se informó el monto total invertido, y el proyecto fue clausurado temporalmente por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debido a la falta de planeación y permisos adecuados.
En su informe, Eliseo Morales se limitó a mencionar “rehabilitaciones menores” en algunas zonas del municipio, sin especificar presupuestos, contratistas ni fechas de ejecución.
Doble cargo y doble salario
Además de ser presidente municipal, Eliseo Morales funge como dirigente de la Confederación Nacional de Productores Rurales de Caña (CNPR), cargo por el que también percibe ingresos. Su salario como edil asciende a 60 mil pesos mensuales, lo que, sumado a su remuneración como líder cañero, plantea un cuestionamiento ético sobre el tiempo y atención que dedica a cada responsabilidad.
A un año de gestión, el panorama en Izúcar de Matamoros se define por la falta de obra pública, la opacidad en el uso de recursos y una corporación policial debilitada. La ciudadanía, aunque silenciosa, enfrenta un municipio con escasa planeación, desorden institucional y un alcalde que parece más concentrado en su liderazgo gremial que en el desarrollo local.
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