Con el hallazgo de un hombre maniatado este miércoles en el río Tlapala, suman tres los hechos de violencia ocurridos en Santa María Coronango en las últimas semanas: el asesinato a balazos de un talachero en San Francisco Ocotlán y el descubrimiento, en septiembre, de un cadáver embolsado en el fraccionamiento Misiones de San Francisco, casos que mantienen bajo escrutinio la situación de seguridad en el municipio gobernado por Armando Aguirre.
El episodio más reciente se registró el pasado martes alrededor de las 10 de la mañana, en San Antonio Mihuacán, donde el cuerpo de un hombre fue encontrado flotando en el río Tlapala, con las manos atadas y señales evidentes de violencia. El hallazgo ocurrió luego de que un vecino reportara la presencia del cadáver a la altura del Camino a Puente de San Isidro, cerca de la autopista México–Puebla.
Elementos municipales acudieron primero, retiraron el cuerpo del agua y más tarde arribaron personal de rescate y agentes ministeriales para iniciar las diligencias. Hasta el momento, la víctima permanece en calidad de desconocida mientras la Fiscalía indaga si fue asesinado y arrojado al afluente o si la corriente lo llevó hasta ese punto.
Este hecho reavivó la atención sobre la violencia que se ha acumulado en Coronango, pues apenas el 9 de octubre fue asesinado a balazos un talachero identificado como Valentín N., alias “El Paletas”, en la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán, mientras viajaba a bordo de su bicicleta por la calle El Mirador, cuando recibió al menos cuatro disparos que le provocaron la muerte en el sitio.
Investigaciones posteriores lo vincularon con la estructura delictiva conocida como Los Oropeza y con actividades como cobro de piso, extorsiones y presuntos robos de vehículos en la zona, además, en el lugar del ataque fueron hallados seis casquillos percutidos calibre 9 milímetros, y la Fiscalía abrió una carpeta para confirmar o descartar su relación con ese grupo.
Semanas antes, el 8 de septiembre, habitantes del fraccionamiento Misiones de San Francisco reportaron un bulto que desprendía un olor fétido. Al revisar, policías municipales confirmaron que se trataba de un cadáver desmembrado dentro de una bolsa negra abandonada en la calle Lázaro Cárdenas.
Los restos correspondían aparentemente a un hombre en estado de descomposición, lo que movilizó a personal forense y generó alarma entre los vecinos, quienes habían atravesado una semana antes por otro hallazgo similar en esa misma zona.
Los tres hechos, el cuerpo hallado en el río, el asesinato del talachero y el embolsado de Misiones de San Francisco, han quedado abiertos a investigación y mantienen en tensión a las comunidades donde ocurrieron, marcadas por la incertidumbre y el temor ante la repetición de actos violentos en tan corto tiempo.
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