La alcaldesa de Acatlán de Osorio, Lupita Bárcena, gastó más de 18 mil pesos para promocionar los “resultados” de su primer año de gobierno en una revista en la capital poblana. Sin embargo, los pobladores rechazaron su informe con manifestaciones, y la morenista terminó enviando a la policía para reprimirlas, dejando un saldo de dos detenidos y varios lesionados.
Ni los discursos ni la revista que presume “un año de resultados” lograron contener el descontento social. El primer informe de gobierno terminó entre gritos, empujones y represión policiaca contra los ciudadanos que se manifestaron.
Luego de un evento lleno de quejas y golpes, la alcaldesa tuvo que hacer gala de sus “logros” en una revista, recordando a varias presidentas que, ante la falta de popularidad y respeto de su gente, recurren a la publicidad pagada.
“Informe” con revista incluida
Mientras la inconformidad crecía en el municipio, Bárcena destinó recursos para promocionar su imagen en una revista editada en la capital del estado, con un costo estimado de 18 mil pesos, bajo el título “Mujer 4×4: un año de resultados”.
El gasto, considerado por pobladores como un derroche injustificado frente a la falta de servicios básicos, no ha sido desmentido ni transparentado oficialmente por el Ayuntamiento.
En contraste, la rendición de cuentas ante la población fue opacada por reclamos ciudadanos que exigían explicaciones sobre el paradero de los recursos públicos y la falta de seguridad en colonias y comunidades.
Incluso, dentro del propio cabildo hubo fracturas: la regidora Maricruz Bello se sumó públicamente a las protestas, evidenciando la tensión política que atraviesa la administración de Bárcena.
Hasta el momento, el gobierno municipal no ha emitido un informe claro sobre los hechos de violencia ni sobre las causas de las detenciones. Tampoco se ha dado a conocer el monto real del gasto en promoción o los resultados financieros del primer año de gestión.
En su discurso, la presidenta habló de obras, desarrollo y seguridad; sin embargo, los datos duros la contradicen. De acuerdo con cifras de la Fiscalía General del Estado, la incidencia delictiva en Acatlán aumentó 13 por ciento en lo que va del año.
Además, continúan pendientes los proyectos de infraestructura y servicios básicos prometidos desde el inicio de su mandato.
Mientras el gobierno municipal insiste en su narrativa de “transformación”, la ciudadanía responde con desconfianza y hartazgo. Lo ocurrido durante su primer informe no fue un incidente aislado, sino el reflejo de una administración que, en lugar de rendir cuentas, prefirió mandar policías.
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