Con el cuerpo presente y un silencio profundo, familiares, compañeros de uniforme y autoridades municipales despidieron este martes al agente Osmar Manuel Rossano Cruz, elemento de la Policía Municipal de Izúcar de Matamoros, asesinado el pasado fin de semana en la comunidad de Matzaco.
El dolor era evidente en los rostros de sus seres queridos, quienes, entre lágrimas, exigieron justicia y que su muerte no quede impune.
“No era su día, no estaba en servicio, solo quería compartir con su familia… merecía regresar a casa”, expresó una voz entre los asistentes.
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El homenaje se realizó en su natal Matzaco, poblado donde le quitaron la vida, ahí le rindieron honores por su servicio y compromiso. En medio de un silencio solemne, sus compañeros formaron una valla de respeto mientras el féretro era escoltado por los policías más cercanos.
La ceremonia incluyó el último pase de lista y una guardia de honor encabezada por el presidente municipal, miembros del Cabildo y mandos de seguridad pública. Y aunque el homicidio no fue mientras trabajaba, o en funciones, la principal línea de investigación va de la mano en que se debió por su labor y su participación en un operativo días antes.
Rossano Cruz se encontraba fuera de servicio y disfrutaba de la Feria del Elote en compañía de su familia cuando fue atacado a balazos.
Durante el acto luctuoso, se expresó un mensaje institucional de duelo y compromiso. “Perdimos a un gran compañero, pero también a un padre, un hijo, un hermano. No descansaremos hasta que este crimen sea esclarecido y los responsables respondan ante la justicia”, expresó el titular de la corporación municipal.
El asesinato del oficial ha generado indignación en la región, donde la violencia se ha recrudecido en los últimos meses. Sobre todo porque se tiene la versión de que el elemento pudo haber muerto por una especie de venganza al haber participado en un operativo para buscar a unos narcomenudistas.
El homicidio de Osmar Rossano se suma a una serie de hechos violentos ocurridos en Izúcar y sus juntas auxiliares, donde la percepción de inseguridad ha ido en aumento.
Organizaciones ciudadanas y algunos sectores políticos han solicitado una revisión urgente de la estrategia de seguridad, así como mayor coordinación con instancias estatales y federales.
