Dos crímenes estremecen Izúcar de Matamoros en menos de un mes: una pareja fue ejecutada y sus cuerpos calcinados dentro de un vehículo; días después, en la comunidad de Las Minas, un joven fue asesinado a balazos en un camino de terracería. Las autoridades investigan, pero no hay avances concluyentes, y no hay una postura por parte del ayuntamiento que presidido por Eliseo Morales.
La constante aparición de cuerpos ejecutados, algunos incluso calcinados, evidencia un patrón que las autoridades aún no logran contener ni esclarecer del todo.
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El caso más reciente es el de Manuel F G, un joven campesino de 19 años originario de San Miguel Las Minas, quien fue hallado sin vida este martes con múltiples impactos de bala en el paraje conocido como La Huizachera. El muchacho había salido por la mañana rumbo a San Salvador Patlanoaya para participar en una cabalgata, pero nunca regresó. Su cuerpo fue encontrado tirado en un camino de terracería, con heridas de arma de fuego en la cabeza, el costado y la espalda.
Días antes, el hallazgo de una pareja ejecutada y calcinada dentro de un vehículo en la comunidad de Los Amates, estremeció a la región. Uno de los cuerpos fue identificado como Jaquelín N, originaria del municipio. La Fiscalía aún no ha revelado avances concretos en esa carpeta de investigación.
La tarde de ayer miércoles se desplegó un operativo en el que estaba sobrevolando un helicóptero que, presuntamente, se trataba de un operativo de seguridad, pero ni ahí la autoridad municipal ha brindado alguna información.
Pese al despliegue de corporaciones municipales, estatales y personal de la Fiscalía General del Estado, los crímenes no cesan. Las zonas rurales como Las Minas, Amatitlanes y áreas que colindan con otros municipios como Chietla y Acatlán se han convertido en puntos críticos donde la presencia del Estado es casi nula.
Mientras tanto, la población de Izúcar de Matamoros vive con miedo. La impunidad y la falta de vigilancia han convertido caminos rurales, antes usados para la vida cotidiana, en escenarios de muerte.