El presidente municipal de Piaxtla, Miguel Ángel Maceda Carrera, rindió su informe de labores en lo que oficialmente fue anunciado como una sesión pública, aunque en realidad el acto se llevó a cabo a puerta cerrada, con la presencia de apenas cuatro personas y sin acceso al público ni a medios de comunicación.
De acuerdo con fuentes locales, el edil restringió el ingreso al recinto donde se desarrolló la ceremonia para evitar posibles reclamos de ciudadanos inconformes por los escándalos personales y administrativos que arrastra desde el inicio de su gestión.
Entre los señalamientos que pesan sobre el alcalde destacan sus reiteradas ausencias del municipio, viajes al extranjero sin notificación al cabildo, así como versiones sobre asuntos laborales y familiares que han impactado su imagen pública.
Además, se recuerda que en 2022 fue detenido por la Fiscalía de Puebla, relacionado con una investigación por homicidio, hecho que continúa generando desconfianza entre los habitantes.
La decisión de realizar el informe bajo un formato controlado y sin acceso ciudadano fue interpretada como un intento por evadir el escrutinio público, en un municipio que enfrenta rezagos en infraestructura, empleo y servicios básicos.
Mientras el edil busca proyectar normalidad institucional, el clima político en Piaxtla permanece tenso.
En calles y redes sociales, vecinos reprochan que el ayuntamiento actúe con opacidad y cerrazón, cuando la rendición de cuentas debería ser un ejercicio abierto, transparente y participativo.
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