Ni los intentos de sabotaje encabezados por un pequeño grupo de inconformes lograron frenar el arranque de la nueva obra hidráulica en Xoxtla, impulsada por el Gobierno del Estado con una inversión superior a 16 millones de pesos, destinada exclusivamente a garantizar el abasto de agua potable para los habitantes del municipio.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo pozo de agua potable, una línea de conducción de seis pulgadas con 300 metros de longitud y un tanque elevado con capacidad de 50 mil litros, infraestructura que permitirá mejorar de manera sustancial el suministro del vital líquido para las familias xoxtlenses.
A pesar de los beneficios evidentes del proyecto, un grupo minoritario encabezado por la regidora Aidee Pérez Marín, —quien llegó por el Partido Verde pero ahora se asume como “independiente”— intentó obstaculizar los trabajos.
Entre los manifestantes se encontraban Pascual Bermúdez Chantés, actualmente vinculado a proceso por daño en propiedad ajena y ataques a las vías de comunicación tras su participación en el cierre de la autopista México–Puebla, así como su hermana Paola y su esposo Juan Pablo Pérez Marín.
Otros involucrados además de Artemio Pérez Marín, ex presidente municipal en 1996, y José Gabriel Romero Marín, esposo de la regidora del Verde, junto con José Pablo Pérez Cuautle, ambos trabajadores de Volkswagen de México.
Los inconformes argumentan que el proyecto beneficiará a las industrias, aunque la obra está destinada exclusivamente al uso doméstico y social, según aclararon autoridades municipales y estatales.
De acuerdo con fuentes del Ayuntamiento, los manifestantes han sostenido reuniones en el domicilio de Pascual Bermúdez Chantés con Renato N. y el abogado Xihuel Sarabia Sánchez, de la Organización 28 de Octubre, quien recientemente fue amenazado por la Familia Michoacana.
Dichos encuentros tendrían como fin recuperar el cobro del agua potable en el municipio, lo que —según versiones locales— abriría la puerta al crimen organizado para el cobro de piso en la demarcación.
Asimismo, el síndico municipal, José Miguel Hernández Azucena, ha mostrado un apoyo inusual a la regidora Pérez Marín, presuntamente motivado por intereses personales y políticos, situación que ha provocado división dentro del Cabildo.
Sin embargo, durante la sesión de Cabildo celebrada este jueves, la mayoría de los regidores ratificó su respaldo al proyecto: cinco votos a favor, tres en contra y una abstención. Con ello, se validó la continuidad de la obra y se reafirmó el respaldo institucional al desarrollo hidráulico de Xoxtla.
La presidenta municipal Guadalupe Ortiz Pérez reiteró que el proyecto no pertenece al municipio, sino que es una acción directa del Gobierno del Estado, y llamó a no politizar una obra que busca resolver una necesidad real y urgente: garantizar el acceso constante y digno al agua potable para la población de Xoxtla.
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