En Acatzingo y Rafael Lara Grajales, los policías municipales fueron señalados por presunto abuso de autoridad. En el primer caso, oficiales realizaron detonaciones de armas de fuego; en ambos municipios, la población se encuentra indignada por el actuar de quienes deberían garantizar el orden y proteger la integridad de los ciudadanos.
El primer hecho se registró la noche del miércoles 9 de julio, mientras que el segundo ocurrió el sábado 12 del mismo mes.
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Balacera y terror en Acatzingo
Momentos de pánico y angustia vivió una familia de comerciantes el miércoles 9 de julio en Acatzingo, cuando policías municipales dispararon contra la camioneta en la que viajaban, para después huir del lugar, dejando daños materiales y un profundo temor entre los afectados.
😡¡Indignante!
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) July 11, 2025
Una familia de comerciantes vivió momentos de pánico la noche del miércoles 9 de julio, luego de que policías municipales abrieran fuego contra su camioneta en la carretera Acatzingo–Cuapiaxtla de Madero.
El afectado, Telesforo Villamil, denunció el hecho en una… pic.twitter.com/Zo6a474qJb
El comerciante Telesforo Villamil, acompañado de su esposa y sus cuatro hijos menores, relató en una transmisión en vivo en redes sociales el presunto abuso de autoridad del que fueron víctimas. Según su testimonio, regresaban del municipio de El Seco, donde habían trabajado en el tianguis, y cerca de la medianoche circulaban por la carretera estatal Acatzingo–Cuapiaxtla de Madero, en la zona conocida como ‘La Exvía’ en Actipan de Morelos.
Villamil notó que dos camionetas comenzaron a seguirlos e insistían en que se detuvieran. Temiendo un asalto en esta zona considerada de alta peligrosidad, decidió no detenerse. Minutos después, dos patrullas de la Policía Municipal le cerraron el paso y abrieron fuego contra la camioneta, obligando a la familia a detenerse de manera abrupta.
Tras el ataque, los uniformados obligaron a bajar al conductor y a su esposa, mientras los hijos permanecían dentro de la unidad, gritando y llorando. Más patrullas arribaron al lugar, confirmando que se habían realizado disparos, algunos de los cuales impactaron en la carrocería.
De acuerdo con la denuncia, los oficiales incluso dispararon al suelo cerca de los pies del comerciante, como forma de intimidación. Villamil, en medio del miedo, comenzó una transmisión en vivo exigiendo explicaciones y mostrando la situación en tiempo real.
Un mando policial justificó la agresión argumentando que buscaban una camioneta con reporte de robo, similar a la de Villamil. Sin embargo, tras percatarse del error, los elementos abordaron sus patrullas y huyeron, sin brindar mayores explicaciones ni identificarse.
Como evidencia, el comerciante mostró los impactos de bala en la camioneta y los orificios en el asfalto. Además, responsabilizó públicamente al presidente municipal Germán Coleote y a la corporación municipal de cualquier daño que pudieran sufrir él o su familia. Informó también que presentó una denuncia formal ante las autoridades competentes.
Humillación y abuso en Grajales
El segundo caso se registró la tarde del sábado 12 de julio en Rafael Lara Grajales. Una familia originaria de este municipio denunció públicamente haber sido víctima de abuso de autoridad por parte de policías municipales, quienes trataron a uno de sus integrantes como delincuente, sin justificación alguna el afectado viajaba a bordo de una motocicleta y fue detenido por los uniformados quienes se lo llevaron a las instalaciones de la comandancia sin explicación alguna.
🔴 #TeCuento | Una familia, originaria del municipio de Grajales, vivió momentos de tensión y miedo luego de denunciar públicamente un presunto abuso de autoridad por parte de elementos de la Policía Municipal de Rafael Lara Grajales
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) July 14, 2025
De acuerdo con los afectados, uno de sus… pic.twitter.com/JjI6Doxh9X
Según el testimonio de los afectados, los uniformados actuaron de forma altanera y prepotente, prohibiéndoles el uso de sus teléfonos celulares para grabar lo sucedido.
“Nos hablaron con desprecio, nos intimidaron y nos hicieron sentir humillados”, señalaron los denunciantes, quienes aseguraron contar con evidencia que respalda su versión y que decidieron difundir para denunciar públicamente los hechos y evitar que estos actos se repitan.
“Quienes visten un uniforme deben protegernos, no abusar de su autoridad”, afirmaron.