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Del aula al asfalto: Músicos con formación académica tocan en las calles de Puebla ante falta de espacios y sueldos dignos

Ante la escasez de foros y el bajo pago en bares y restaurantes, artistas con educación musical formal han convertido las calles del Centro Histórico en su principal escenario; ven en la vía pública una forma de sostenerse y difundir su trabajo, aunque el ingreso diario es incierto
Del aula al asfalto: Músicos con formación académica tocan en las calles de Puebla ante falta de espacios y sueldos dignos
Musico tocando en el Zócalo de Puebla

Las calles del Centro Histórico de Puebla son el escenario no oficial para músicos profesionales que a pesar de poseer formación académica, herencia musical y talento, se ven obligados a ganarse la vida ejerciendo su arte en la vía pública. Derivado de la falta de espacios formales y remuneración digna, artistas musicales con estudios formales deciden tocar en la calle, a pesar de que el ambiente a menudo desvaloriza su esfuerzo y el ingreso no compensa lo que invirtieron en su formación.

En un recorrido realizado por Diario CAMBIO en el Centro de Puebla, se halló que detrás del sonido refinado del saxofón de Jaime, o de las notas precisas del violín de Yair y Duván, hay historias de esfuerzo académico de cada uno de estos artistas. Los tres han pasado por las aulas de carreras musicales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y ahora buscan el ingreso económico en la aceras.

Jaime, mejor conocido como “Jimmy Sax”, estudió nivel técnico de música en la BUAP, actualmente lo ejerce y vive del saxofón, pero confiesa que no pudo concluir la formación debido a complicaciones económicas. Sin embargo, afirma que la música le ha abierto las puertas, aun sin contar con todos los certificados.

“Yo bueno como tal no terminé mi técnico, lo estudié, lo ejerzo, vivo de esto y por motivos de economía pues ya no lo pude terminar, pero también como te diré, me he abierto camino conforme a la música” comentó Jimmy Sax.

Debido a la falta de espacios que brinden oportunidades a nuevos artistas, y la escasa remuneración económica de los bares y restaurantes, Jimmy fue orillado a buscar ingresos en las calles. Actualmente lleva tres años tocando el saxofón en las calles del Centro Histórico.

Yahir sí terminó la licenciatura en música con especialidad en violín, pero ahora se encuentra tocando en las calles del Zócalo desde hace un año. Esto, al inicio representó una terapia para sobrellevar una lesión sufrida el año pasado. Sin embargo, se ha convertido en el medio del que actualmente dispone para promover su actividad musical. Yahir asegura que, en ocasiones, los músicos en las calles son menospreciados; sin embargo, asegura que le ayuda para tener mayor soltura en el performance.

“Va a haber gente que te pase de largo, gente que te presta atención y tú tienes que seguir, ósea es un poco el quitarse el miedo al rechazo como dicen”, afirma.

Duván, también violinista, estudia el nivel técnico en la BUAP, empleando la vía pública para implementar y perfeccionar la técnica. Afirma que tocar en las calles ha servido como sustento económico para él, pues en este momento no se está presentando en otro tipo de escenario.

“Todo lo aprendido en la facultad lo implemento aquí en la calle, en la forma de tocar, en la técnica, en tener un mejor sonido y poder ofrecerle una mejor calidad en música a la gente, la gente es un amor, hasta ahorita no me han dejado adelgazar, yo creo que es porque toco música conocida”, señala.

Para ellos, la calle es su escenario y simultáneamente, un último recurso económico, así como un espacio para el desarrollo artístico y un lugar donde hacer camino en su carrera musical. Sin embargo, han tenido que ajustarse a los gustos del público para poder captar su atención, evitando así tocar música clásica o menos popular.

La Remuneración: Ingreso Incierto y Escaso

Una de las realidades más crudas de los músicos callejeros en el Centro Histórico es la inestabilidad económica. Tocar en la calle es una fuente de ingresos que a menudo resulta inestable, pues depende mucho del día, la afluencia, la disposición de los transeúntes y sobre todo la ubicación.

Jaime, cuyo único ingreso es la música callejera, revela que en jornadas de “4 a 5 horas” ha llegado a obtener “hasta los 300” pesos con “mucho esfuerzo”. El violinista Duván, que trabaja de “seis horas a ocho”, lo vive como un riesgo, pues la “paga” y la falta de “ingreso fijo” son las principales desventajas.

Yair, afortunadamente, sostiene su economía con eventos privados, que son su mejor fuente de ingreso, lo que le da un colchón de cierta seguridad, y usa la calle como “plus” para llegar a más público. No obstante, reconoce que hay “días altos, días bajos”.

El Futuro: Sueños de Escenarios y Superación

El contraste entre los años de formación académica y el asfalto como escenario laboral muestran que no hay límites para las ambiciones de los tres músicos, que apuntan más allá de las banquetas.

Duván aspira a concluir su formación académica, con el fin de mejorar la calidad de la música que lleva al público, así como seguir entreteniendo con su sonido a los transeúntes de las calles del Zócalo de Puebla.

Yair, una vez recuperado al 100 por ciento de la lesión, piensa buscar “un poco más”, aunque no descarta por completo seguir visitando la calle por la calidad de su gente y seguir compartiendo su música con los visitantes del Centro Histórico. Su filosofía es la disciplina y la constancia, asegurando que si aplica estos principios para tocar todos los días, verá resultados.

Jaime se enfoca en el presente y la resiliencia, siendo un apasionado de interpretar cada melodía. Aunque no es “conformista”, su principal meta es “sobrellevar la vida lo mejor posible”, y ve en la música una forma de hacerlo. Todos coinciden en que la actitud es fundamental para seguir adelante.

Estos comentarios de los artistas demuestran la urgente necesidad de generar espacios culturales estables que garanticen condiciones para crecer en el mundo laboral y se honre la inversión en educación y talento, mediante plataformas dignas para los músicos que no solo tocan notas, sino también una realidad.

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Antony

Antony Ovalle Polanco

Arrancó su carrera como reportero en el portal de noticias Urbano Puebla en 2023, donde cubrió la fuente Cultural, además de ser creador de contenido multimedia y audiovisual. Mantuvo su labor reporteril...