Vecinos de la colonia Exhacienda Mayorazgo, al sur de la ciudad de Puebla, denunciaron que la zona donde se ubica el campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN) podría convertirse en una “isla de bares”, y exigieron al Ayuntamiento regular estos establecimientos, cuyos altos niveles de ruido han afectado la vida de las familias de la zona.
La vocera de los colonos, María Elena, explicó que entregaron un escrito al gobierno municipal, firmado por más de 60 familias, donde piden que se supervise el cumplimiento de normas y se garantice el descanso de quienes habitan en el área. La denuncia fue expuesta por primera vez en una entrevista con ORO Noticias, durante su noticiero matutino.
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“No estamos pidiendo que los cierren, solo que se regule el volumen. Que el ruido se quede dentro de donde tiene que estar y no salga a toda la periferia. Incluso hay un sonidero que termina hasta las siete de la mañana. Nadie puede dormir”, expresó María durante la entrevista.
Según detalló, actualmente operan dos bares en la zona con construcciones precarias, tipo palapa, lo que provoca que el sonido escape libremente, afectando a niños, embarazadas y adultos mayores. Incluso, advirtió que ya se está construyendo un nuevo bar en la azotea de un inmueble, cuya inauguración fue anunciada para agosto.
María denunció que estos lugares operan desde las 11:00 de la mañana, especialmente dirigidos a estudiantes del IPN, lo que ha generado no solo contaminación auditiva, sino también preocupación por la seguridad, al tratarse de una zona con antecedentes de inseguridad.
“Ya compramos tapones auditivos, aislantes, hasta tipo domos en las ventanas… y aún así retumba. El problema no es que existan bares, es que están al aire libre, sin control, y nadie los regula”, comentó.
La vecina también hizo un llamado al secretario de Gobernación municipal, Franco Rodríguez, para que tome cartas en el asunto.
“Quiero que piense qué pasaría con un incendio aquí, donde no está regulada la construcción. Nosotros también trabajamos, nuestros hijos estudian. Necesitamos descanso y seguridad”, agregó.
Finalmente, María reconoció que la llegada del IPN fue una noticia positiva para la zona, ya que permitió el mejoramiento de vialidades y dinamizó la economía local, pero lamentó que la proliferación de bares ocurra sin orden ni regulación.
Por su parte, el Ayuntamiento de Puebla ya recibió el documento firmado y, según se dio a conocer durante la misma emisión radial, los funcionarios municipales se comprometieron a revisar el caso. Vecinos esperan que haya avances reales en los próximos días.