El sábado 30 de agosto, la Fuente de San Miguel, uno de los símbolos más representativos del Zócalo de Puebla, resultó severamente dañada durante la marcha por el Día Internacional de los Desaparecidos, luego de que integrantes del colectivo “Morras Sororas Histéricas e Históricas” golpearan la estructura con martillos y marros.
Los impactos dejaron desprendimientos visibles en la piedra y alteraciones en un injerto previamente reparado, de acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural. Además, las manifestantes vertieron pintura rosa en el agua del estanque, lo que tiñó por completo el espacio, y realizaron grafitis en la base del monumento, dejando un escenario de deterioro en plena zona declarada Patrimonio de la Humanidad.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIO
La acción generó molestia entre ciudadanos que se encontraban en el Zócalo, lo que desencadenó confrontaciones que rápidamente escalaron hasta llegar a los golpes entre transeúntes y manifestantes. Minutos más tarde, un fuerte operativo de policías municipales y estatales intervino en la zona, con saldo de al menos cuatro mujeres detenidas.
El Gobierno Municipal informó que se presentará una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para evaluar los daños y dar seguimiento a las responsabilidades correspondientes. En un comunicado, la administración reiteró que la conservación del patrimonio histórico de Puebla es una prioridad, ya que constituye parte fundamental de la identidad local y del reconocimiento internacional como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Tras los hechos, el Zócalo quedó asegurado por elementos policiacos, mientras la Fuente de San Miguel permaneció visiblemente afectada con martillazos, pintura y grafitis, lo que evidenció el deterioro ocasionado durante la protesta.
