Además de su esposa e hijos, atender emergencias era lo que más amaba Salvador Bianchini, director de Protección Civil Municipal de Puebla, quien dedicó al menos tres décadas de su vida salvando a otros.
Sin embargo, un infarto fulminante lo sorprendió la mañana de este viernes 02 de mayo, justo cuando acababa de cumplir tres meses al frente de la dirección municipal a la que llegó a asumir el cargo, tras la salida de Gilberto González Labastida.
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Fuentes consultadas por DIARIO CAMBIO a allegados a Salvador Bianchini, confirmaron la tarde-noche de este viernes, su fallecimiento.
La causa, habría sido un infarto que lo sorprendió cuando se encontraba con su familia, en su casa.
Bianchini o “Chava”, como lo llamaban, llegó de urgencia y con vida al Hospital Beneficencia Española, en donde momentos más tarde se confirmó su deceso.
Supuestamente y con base a lo que informaron a este portal, el experto en emergencias no soportó que le hicieran un catéter y fue poco antes de las 19:00 horas cuando comenzó a informarse su muerte.
Durante su paso por distintas dependencias como el S.O.S, la Cruz Roja y recientemente, Protección Civil Municipal, vio crecer a un sinfín de paramédicos y coadyuvó en la formación de varios de ellos.
Además, eso no es todo, pues también fue jefe del programa de Atención Prehospitalaria 066.
Incluso él y su equipo lograron colocar a Puebla como un referente en atención Prehospitalaria.
Salvador Bianchini fue uno de los hombres que más sabía de la historia de Puebla y desde luego, conocía como la palma de su mano las distintas calles, avenidas, colonias y bulevares de la capital poblana, no por nada, se ganó el apodo como “el conocedor de las calles”.
De hecho, entre broma y broma cada que se escuchaba una torreta, él ya sabía qué unidad era y de qué dependencia, pues su paso por las diferentes corporaciones lo hizo memorizarse cada sonido.
Salvador Bianchini también era un fanático de los tacos de asada, tanto así, que su gusto lo llevó a poner su propio negocio de tacos, los cuales, vendía en una unidad móvil que en ocasiones, rentaban para fiestas.
“Tacos Bianchini”, era el nombre de la taquería móvil, proyecto al que también le dedicó parte de su vida .
Los seres queridos de Salvador Bianchini lo recuerdan como una gran persona, dispuesta a ayudar en todo lo que estuviera en sus manos.
Era padre de familia de tres hijos, uno de ellos, menor de edad, con quién realizaba distintas actividades en compañía de su esposa “el amor de su vida”, como la presumía en sus redes sociales.