Tras más de 72 horas de incertidumbre, Abigail Lechuga enfrenta un dolor indescriptible: no sabe nada del paradero de su hijo Liam Tadeo González Lechuga, de seis años, y ya solo conserva la esperanza de recuperar su cuerpo. Hasta ahora, lo único que la familia ha podido hallar es su pijama, tras el desgarre de un cerro que arrasó parte de su vivienda en Huauchinango, Puebla.
La tragedia también cobró la vida de la madre de Abigail, abuela de Liam, María Magdalena Sosa Santos de 60 años y dejó a su hermano Gael de 14 años con múltiples fracturas.
“El último recuerdo que tengo en esta casa fue la fiesta, la felicidad de mi mamá con mi hijo… como hija, perdí a mi madre. Liam era un niño muy especial, lleno de vida, sensible y cariñoso. No le gustaba estar solo y siempre pedía abrazos cuando tenía miedo”, relató Abigail Lechuga, con la voz entrecortada por el llanto.
Liam padecía anemia y estaba bajo tratamiento médico, pero su madre subraya que esto nunca frenó su vitalidad ni su alegría. La familia recuerda sus pequeñas fiestas, los momentos con su abuela y los juegos con su hermano Gael.
La noche del derrumbe, lo único que han podido recuperar es la pijama que llevaba puesta, un objeto que hoy se ha convertido en el símbolo tangible de la tragedia familiar.
“Justo estábamos platicando de hacer una fiesta de 15 años para Gael en diciembre, pero lamentablemente, como dice mi hijo, se nos fue todo. Él se siente culpable de no haberlos salvado”, añadió Abigail.
La pérdida ha dejado a la familia en un estado de dolor profundo y confusión, enfrentando la imposibilidad de procesar la magnitud de la tragedia mientras esperan noticias de Liam.
El padre del menor, Giovanni González, compartió que Liam era un niño feliz, con una rutina escolar regular y bien cuidado por su abuela, quien también falleció en el incidente.
“Era un niño lleno de vida, siempre sonriente y curioso. Esta pérdida nos rompe el corazón”, comentó Giovanni.
La familia pidió poder encontrar el cuerpo de Liam para darle sepultura y así unirlo con su abuela.
“Ahorita lo único que quisiera es encontrar el cuerpo de mi hijo para poder sepultarlo con mi madre”, concluyó Abigail entre sollozos, reflejando el dolor de una familia que ha visto cómo su vida cambió para siempre en cuestión de minutos.
La comunidad de Huauchinango y familiares extendidos se han volcado en apoyo a la familia González Lechuga, ofreciendo ayuda en la búsqueda y acompañamiento emocional.
La historia de Liam, un niño de apenas seis años, se ha convertido en un llamado a la conciencia sobre los riesgos de los desgajes y la vulnerabilidad ante fenómenos naturales.
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