Entre aplausos, porras y lágrimas, los restos del soldado José Ramón N., originario de Izúcar de Matamoros, fueron recibidos este jueves por familiares, amigos y compañeros de armas, tras perder la vida en un operativo en Culiacán, Sinaloa.
El féretro arribó a su domicilio en la colonia donde creció, acompañado por escolta militar. Bajo una carpa instalada en plena calle, vecinos y conocidos se reunieron para rendir homenaje al joven de 30 años. Su madre, con la voz quebrada, lo llamó “mi héroe” al tenerlo de vuelta, mientras su esposa e hijos lo despidieron en un ambiente de profundo dolor.
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Soldados realizaron guardias de honor frente al ataúd cubierto con la bandera nacional. Con uniformes de campaña y fusiles al hombro, se turnaron para montar vigilancia solemne en medio de coronas de flores y pétalos esparcidos sobre el piso.
El pasado martes, José Ramón participaba en un despliegue del Ejército Mexicano en la colonia Los Huizaches, en Culiacán. Durante el aseguramiento de un inmueble, hombres armados abrieron fuego contra los militares.
El soldado recibió disparos en el pecho y, aunque fue trasladado en una ambulancia militar al Hospital del ISSSTE, llegó sin signos vitales. El ataque derivó en un fuerte operativo en la zona, sin que hasta el momento se reporte la captura de los agresores. La Fiscalía General de la República mantiene abierta una investigación.
El cuerpo de José Ramón N., será sepultado en Izúcar de Matamoros, su tierra natal, acompañado por su familia y por la institución a la que sirvió hasta el último día.
